El papa León XIV denunció este miércoles que las grandes inversiones financieras se han vuelto “más que nunca enloquecidas e injustamente concentradas”, al punto de ser idolatradas a costa de “millones de vidas humanas y de la devastación de la creación de Dios”. En este sentido, aseguró que el verdadero tesoro se conserva “en el corazón”, “no en las cajas fuertes de la tierra”.
El pontífice hizo estas declaraciones durante su catequesis en la audiencia general semanal celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano. En ese contexto, vinculó la acumulación desmedida de capital con consecuencias humanas y ambientales, subrayando la dimensión moral y espiritual del problema, según recoge Diario de Yucatán.
León XIV también reflexionó sobre el ritmo de vida actual, señalando que “el hecho de hacer demasiado, en lugar de darnos plenitud, se convierte en un vórtice que nos aturde”. Según explicó, la hiperactividad y la obsesión por la productividad terminan erosionando la serenidad personal.
El Papa advirtió de que este modo de vida impide concentrarse en lo verdaderamente importante y provoca una sensación persistente de cansancio e insatisfacción. “El tiempo parece dispersarse en mil cosas prácticas que, sin embargo, no resuelven el significado último de nuestra existencia”, afirmó ante los fieles.
En su mensaje, recogido por Vatican News, destacó que incluso jornadas repletas de actividades pueden desembocar en una profunda sensación de vacío interior. “A veces, al final de días llenos de actividades, se sienten vacíos”, señaló, describiendo una experiencia común en las sociedades contemporáneas.
Con estas reflexiones, León XIV invitó a replantear las prioridades personales y colectivas, cuestionando tanto la idolatría del dinero como el activismo sin sentido. Su llamado apunta a recuperar una vida más equilibrada, centrada en la dignidad humana, el cuidado de la creación y el sentido profundo de la existencia.