Esta es la frase que preside una campaña del Gobierno Vasco contra la Violencia “Matxista” (En vascuence, o euskera si lo preferís). Va dirigida a cualquiera que se atreva a discutir los números, las estadísticas o los informes (y caros) estudios que se han realizado al respecto (realizados por los amiguetes, claro, y “amiguetas”, que hay que hablar bien).
Pues bien, con mi ya sabida verborrea, voy a atreverme a “negar” la violencia machista. Voy a poner en duda ciertas cuestiones que mi día a día como abogado del turno de violencia de género me iluminan al respecto.
La muy aclamada Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género tiene varias partes o formas de atacar la violencia de Género, ahora llamada violencia o terrorismo machistas.
La Ley Orgánica está articulada en un Título Preliminar, que tiene dos artículos y que designan el objeto de la ley y los principios rectores de la misma. Se llevan a la práctica a rajatabla.
Luego viene un Título I que se titula: Medidas de sensibilización, prevención y detección. Con varios capítulos. El primero es el referente a los planes de sensibilización dentro del ámbito educativo. Éste capítulo es una pantomima, una ilusión.
Por muy Ley Orgánica que sea, las competencias en materia de educación son competencia de las Comunidades Autónomas y cada una hace lo que le sale de los ovarios. (no digo de los cojones porque puede ser violencia machista).
El capítulo II de este Título se refiere a la sensibilización en el ámbito de la publicidad y los medios de comunicación. Aquí si hay sustancia, me refiero a millones de euros. “Contra el maltrato, tolerancia cero.” Millones de euros a los medios afines (Atresmedia, La Sexta, incluida) Nada de anuncios de putas en los periódicos ni en los medios digitales no afines. (Tan solo hay que comprobar los que quedan abiertos y a quien pertenecen).
El capítulo III se refiere al ámbito sanitario. Más millones, pero no para los sanitarios, sino para las autonomías y las empresas de los amiguetes. Los médicos y las enfermeras se van a Inglaterra o Alemania a trabajar por más dinero y mejores condiciones.
Y por fin llegamos al meollo de la cuestión, el Título II: Derechos de las mujeres víctimas de violencia de género. Y ahí es donde se inyecta el dinero y los medios, o eso es lo que nos hacen creer. Justicia gratuita, abogado y procurador, ganes lo que ganes, ayudas de distintos tipos RGI, piso de acogida, declaración de vulnerabilidad, (gane lo que gane), etc.
Las medidas de la Ley se circunscriben a las penales, penas de cárcel por tirarse un pedo en presencia de la nueva reina de Saba. Penas de cárcel por mandar un mensaje pidiendo por favor que se le deje ver a sus hijos. Pena de cárcel porque me lo he encontrado en un hipermercado situado a varios kilómetros de su casa y de su trabajo. Pena de cárcel por coincidir en la entrada del colegio de los niños cuando le correspondía a él ir a recogerlos. Y así cientos y cientos de casos.
Por eso no me extraña la noticia que se publica en “El Diario Vasco” del día 5 de marzo en la cual se dice que la población reclusa en Euskadi condenada por violencia de género y delitos sexuales ha aumentado hasta el 29%, casi uno de cada tres reclusos. ¡Y seguirá aumentando! ¡Porque eso es lo que se quiere conseguir! ¡Someter al hombre! ¡Que tengamos miedo! No quieren la igualdad. Quieren el control.
Por eso no se ha llevado a cabo ninguna acción de sensibilización en las escuelas, en los colegios o en los institutos. Por eso tengo que atender a chavales de 18 años en la comisaría de la Ertzaintza por delitos de violencia machista. ¿Qué coño aprenden en el colegio y en el instituto? ¿Qué coño ven en su casa?
Aquí es cuando volvemos al principio: “Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”. Empezad por la educación. Al chaval que atendí el otro día no había nacido cuando se promulgó la muy afamada ley de violencia de género.
Está ley es descabellada y rompe. la presunción de inocencia. Hay que derogarla, pero cuando el PP llega al poder no hace nada
Hay mujeres adoctrinadas pero muchas don madres y ven los peligros para sus hijos de esa ley
Gran goleada de ley y todo para que chupen los chiringuitos.