Narco, contrabando, corrupción

31 de octubre de 2025
4 minutos de lectura
Contrabando I Freepik

El combate al narcotráfico es otro tema donde la relación con Estados Unidos se asegura que avanza con solidez cuando, en realidad, estamos en un terreno muy volátil.

Es verdad que hemos tenido avances importantes y que se reemplazó la estrategia de abrazos y no balazos por una política de confrontación mucho más directa: más de 30 mil detenidos y mil 500 laboratorios decomisados lo demuestran, con una afectación de cientos, quizás miles, de millones de dólares a los grupos criminales. Pero el hecho es que lo que quiere el gobierno de Trump va mucho más allá. 

La concentración militar en el Caribe, frente a las costas de Venezuela, es la demostración de que se quiere dar un golpe frontal al crimen organizado y, de paso (o al revés), acabar con la dictadura de Nicolás Maduro. Las presiones al impresentable mandatario colombiano Gustavo Petro son el preámbulo de un cambio de poderes en ese país (las lecciones son el año próximo, pero Petro podría renunciar antes) que, a su vez, es imprescindible en la estrategia estadunidense para que Colombia no sirva de base de sustento a los grupos criminales y políticos que se apoyan en el régimen de Maduro, cuando éste salga, como sea, del poder. Los ataques a las lanchas con drogas, tanto en el Caribe como en el Pacífico, son el primer paso de una estrategia mucho más dura. 

Y no nos equivoquemos. Los ataques en el Pacífico son una advertencia directa a México. No porque a unos cientos de kilómetros de Acapulco, en mar abierto y aguas internacionales, se haya atacado una lancha con drogas, sino porque el tráfico, sobre todo de cocaína proveniente de Colombia y Ecuador, llega por vía marítima cruzando el Pacífico a México. Ésa es la principal vía para hacer llegar la cocaína a Estados Unidos. Venezuela es muy importante, porque de ese país salen (o salían) embarcaciones o vuelos hacia Centroamérica, las islas del Caribe y México, pero, sobre todo, porque Maduro sostiene a los grupos armados que operan en Colombia y que son centrales (allí se da la producción de la hoja de coca en sí, y de la cocaína a nivel global) para exportarla al mundo.

México podrá argumentar que es preferible mantener un mecanismo de colaboración para que las lanchas, su carga y sus conductores sean capturados. Pero no será así, la determinación de Trump es endurecer todo el proceso, porque el mecanismo tradicional, utilizado por años de las intercepciones aéreas y marítimas, parece haber sido rebasado ampliamente. Y no termina ahí el desafío: ya Trump ha autorizado el que se tomen acciones similares, pero ya no sólo en el mar, sino también en tierra, lo que llevará la confrontación a otro nivel.

Decir que como país no estamos de acuerdo con los ataques a las lanchas del narcotráfico no significa nada en términos reales, más aun cuando tenemos una actitud contemplativa y de virtual apoyo tanto a Nicolás Maduro como a Gustavo Petro. ¿Qué pasará, es lógico preguntarse, cuando las medidas escalen, cuando comiencen a atacarse objetivos en tierra? La verdad es que no tenemos una respuesta porque a la estrategia de seguridad le está faltando un componente central que es golpear a los cómplices políticos de los entramados criminales.

Ocurre con el narcotráfico, pero también con el contrabando de combustibles y con la corrupción. ¿Por qué, por ejemplo, se ha detenido la investigación sobre contrabando de combustibles que se descubrió hace ya varios meses y que involucra a altos mandos de la Marina del sexenio pasado?, ¿por qué no hay más detenidos o procesados en torno a esa red?, ¿por qué no se ha llamado siquiera a declarar al exsecretario de la Marina, Rafael Ojeda? Hay muchos involucrados, pero la investigación no se desarrolla hacia arriba, sino horizontalmente y hacia abajo, hacia implicados de menor nivel. Ha llegado, se asegura ahora, al grupo financiero Vector, propiedad el empresario y exjefe de Oficina de López ObradorAlfonso Romo, pero recordemos que esa empresa financiera fue denunciada por la administración Trump, junto con CIBanco e Intercam, acabando, en los hechos, con los tres. Lo mismo ocurre con los casos de corrupción. No ha pasado un día en las últimas semanas donde no estallara alguno, exhibiendo, incluso, las divisiones internas del propio oficialismo. Hay temor, indecisión y vaya usted a saber qué, pero no se toca a nadie de la 4T, sea cual sea la denuncia en su contra. 

Veía el fin de semana el capítulo final de la extraordinaria serie que se exhibe en Mubi, titulada M (por Mussolini), el hijo del siglo, basada en el gran libro de Antonio Scurati. En un momento clave de la historia del fascismo, en su primer año de gobierno, cuando se descubre el cadáver del diputado socialista Giacomo Matteotti, asesinado por los camisas negras por órdenes del propio Mussolini, el régimen está a punto de caer. La policía logra detener a los autores materiales, pero falta el autor intelectual. En las oficinas de El Duce se presentan, entonces, los fundadores del movimiento, los jefes de las fuerzas de choque: es la rebelión de los sectores más duros del fascismo que le dicen a Mussolini que hay que “continuar con la revolución o acabar con todo”. Y eso significa, le dicen, que todos los fascistas estén libres o todos terminen presos, incluyendo el propio Mussolini. Cómo continuó la historia, ya lo sabemos. Eso es lo que ocurrió allá en los años 20, hace un siglo, con Mussolini. No sé por qué me imaginé que podría ser lo que esté ocurriendo hoy en México.

*Por su interés reproducimos este artículo de Jorge Fernández Menéndez publicado en el EXCELSIOR.

No olvides...

El efecto contrario

En el amplio espectro de la psicología humana, con frecuencia presenciamos fenómenos que desafían la lógica lineal de causa y efecto…

¿Habilidades del futuro?

La inteligencia artificial puede ser un gran apoyo, pero no sustituye la capacidad humana de comprender, argumentar y crear significado…
"Nada nuevo bajo el sol": Pedro Sánchez se muestra dispuesto a seguir en el poder aunque arrastre a un gobierno sin gobernar

«Nada nuevo bajo el sol»: Pedro Sánchez se muestra dispuesto a seguir en el poder aunque arrastre a un Gobierno sin gobernar

La rabieta de los independentistas de Puigdemont es un brindis al sol que no inquieta a los socialistas... ni a…

El amor al dinero apagó tu compasión

"La caridad no es una virtud, sino la expresión de una necesidad. El hombre que tiene un excedente de dinero…