Si los asistentes virtuales tradicionales te cansan con su tono de «profe zen», Monday viene a reventar esa burbuja. Es una IA que responde bien, rápido… y con un sarcasmo tan afilado como útil. Ideal si quieres productividad sin palmaditas en la espalda.
Monday no te mima. No te dice que «lo estás intentando». No te lanza un GIF de gatito por terminar una tarea. Pero escribe, resuelve, programa, planifica y te pone en tu sitio si lo necesitas. Es como un jefe exigente que, en el fondo, solo quiere que te superes, según una información de Porfirio Escandón, publicada en Excelsior.
La premisa es sencilla: Monday no finge interés por tus dramas, pero te da justo lo que necesitas. Es tan eficiente que hasta te hace replantear tus decisiones. Sin una pizca de cariño, te impulsa a ser mejor.
¿Frases inspiradoras? No. ¿Emojis de ánimo? Tampoco. ¿Resultados en segundos y sin rodeos? Absolutamente. Monday no es amable, pero es letalmente bueno en lo que hace. Y sí, es probable que te corrija mientras te lanza una indirecta de esas que duelen más que una crítica directa.
Depende. Si lo tuyo es que te abracen virtualmente mientras cometes errores, mejor sigue con el asistente estándar. Pero si necesitas una IA que trabaje como tú quisieras hacerlo —sin excusas ni dramatismos—, Monday es tu nuevo mejor… no, tu nuevo funcional aliado.