Con motivo del Día Mundial del Glaucoma, que se celebra el 12 de marzo, oftalmólogos de Clínica Baviera advierten sobre la importancia de la detección precoz de esta enfermedad ocular, que en la mayoría de los casos no presenta síntomas hasta fases avanzadas.
El glaucoma es una afección caracterizada por la pérdida gradual de la visión debido al daño en el nervio óptico. Según los expertos, aproximadamente la mitad de los afectados podrían estar sin diagnosticar, lo que subraya la necesidad de revisiones oftalmológicas regulares, especialmente a partir de los 50 años.
Además de la edad, existen factores de riesgo que pueden predisponer al desarrollo del glaucoma, como la miopía alta, la hipertensión ocular, antecedentes familiares de la enfermedad, diabetes, hipertensión arterial o traumatismos oculares.
El doctor Gonzalo Muñoz, director médico de Clínica Baviera, destaca la importancia de la presión intraocular elevada como factor de riesgo, aunque señala que no todos los casos de glaucoma presentan este síntoma.
La pérdida de visión asociada al glaucoma es gradual y suele comenzar con la visión periférica, conocida como visión de túnel. Estos síntomas suelen manifestarse cuando el daño en el nervio óptico es irreversible, por lo que la prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales.
En cuanto al tratamiento, se basa en el control de la presión intraocular. El uso de colirios hipotensores es la primera opción, pero en algunos casos puede requerirse cirugía láser o convencional para reducir la presión ocular.
El director médico de Clínica Baviera concluye enfatizando la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado para prevenir la progresión del glaucoma y preservar la visión del paciente.