Los obispos españoles admiten la existencia de «faltas graves» entre los religiosos del país y aseguran que persistirán en «pedir perdón» por estos errores. Estas declaraciones se realizaron en su mensaje con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, la cual está programada para el próximo 2 de febrero.
Asimismo, indican los obispos de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada en su comunicado recogido por Europa Press, son conscientes de la ocurrencia de «faltas graves» entre ellos y reiteran su compromiso inquebrantable de pedir perdón. Al mismo tiempo, expresan su voluntad de reparar integralmente a aquellos que hayan resultado heridos, reflejando así su deseo de cumplir la voluntad de Dios.
En su mensaje, los prelados resaltan que cada individuo consagrado recibe el amor y la llamada del Señor, y su respuesta, que es simultáneamente individual y comunitaria, busca hacer la voluntad divina, evitando caprichos personales y rechazando el pecado, así como cualquier delito.
En relación con el lema seleccionado para esta jornada, ‘Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad’, los obispos subrayan que la voluntad de Dios debe ser siempre el horizonte que guíe tanto el estilo de vida como los votos, la fraternidad o sororidad, y la misión de las personas y comunidades consagradas.
Remarcan que tanto su estilo de vida como sus votos, fraternidad o sororidad, y misión deben dirigirse hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios. Además, destacan que los fundadores y fundadoras les proporcionan inspiración para discernir el contenido de la promesa que deben llevar a cabo de manera personal y comunitaria. Añaden que la Vida Consagrada es un lugar que alberga y debe suscitar promesas en aquellos que abrazan esta vocación, recogiendo así los llamados de la humanidad, la necesidad de comunión y sinodalidad eclesiales, y la carencia de fraternidad y amistad social en un mundo dividido y en conflicto.