Está pendiente en los juzgados malagueños un juicio por el doble asesinato de dos narcos, que va a traer cola este otoño por la polémica que ha levantado. Las pruebas que incriminan a los investigados están lejos de señalarlos como los autores de esos asesinatos. Sin embargo, siguen en la cárcel a la espera de juicio. Pese a las dudas que gravitan sobre la autoría de estos crímenes, el fiscal pide para Amir Faten Mekky y Ahmad Abdul Karim la pena de prisión permanente revisable por dos delitos de asesinato.
La policía atribuye a la banda de Mekky ambos crímenes. Al frente de esta supuesta organización criminal figura Amir Mekky, un joven sueco que aparece a ojos de la Policía y en informes de la fiscalía como un delincuente peligrosísimo, pero que si se contrasta con los antecedentes que tiene en su país, no es más que un chico que, debido al consumo de drogas, en ocasiones, se ha visto envuelto en delitos menores: ha sido sancionado a pagar 1.500 coronas por no llevar puesto el cinturón de seguridad, y ha estado en la cárcel en Suecia, pero por error, hasta el punto de que hubo que indemnizarle por los días que estuve preso tras resultar absuelto por los jueces.
Los hechos por los que va a ser juzgado en la Audiencia Provincial de Málaga se remontan al 12 de mayo de 2018, hace cuatro años, cuando David Ávila, apodado como Maradona, recibió a manos de un sicario varios disparos a las puertas de una iglesia de Marbella, minutos después de la celebración de la primera comunión de su hijo. El asesino huyó del escenario del crimen en una moto de alto cilindraje. Los informes de la policía afirman que Mekky, junto a tres de los acusados, dirigió todo el operativo desde un vehículo Volkswagen Polo para atentar contra la vida de Maradona.
A la banda de Mekky se le atribuye también en Marbella el asesinato de otro narco, Sofian Ahmed Barrak, alias el Zocato. Este fue asesinado al salir de su casa el 20 de agosto de 2018. Recibió una llamada telefónica y salió en pijama al encuentro de una trampa mortal. Un sicario, que huyó del lugar con una bicicleta, lo tiroteó hasta acabar con su vida.
La policía sostiene que el Zocato contrató los servicios de supuestos sicarios de Mekky para acabar con la vida de Maradona en el marco de una guerra entre bandas desatada por el control del tráfico de drogas en Gibraltar. Según la policía, los sicarios de Mekky mataron después a el Zocato porque éste se negó a pagarles por la muerte de Maradona que él les había encargado.
Evidencias exculpatorias
El abogado defensor de Mekky, Gonzalo Boye, discrepa abiertamente de la versión policial y pone sobre la mesa las pruebas científicas y periciales que, según él, acreditan que Mekky y sus amigos no fueron los autores de los dos asesinatos mencionados anteriormente.
Entre las pruebas periciales que exculpan, por ejemplo, a Ahmed Abdul Karim, el otro detenido de la banda de Mekky, está la de la telefonía. Mientras que la policía coloca a Ahmed frente a la puerta de el Zocato el día del crimen, la geolocalización científica de su teléfono lo sitúa a muchos kilómetros de distancia y en sentido opuesto a esa ubicación.
El acusado, Amir Mekky, no conducía el coche Volkswagen Polo que dice el informe policial, y en ese momento Mekky y sus amigos estaban en una calle distinta a la que señala la policía en su informe.
Los peritos de la defensa apoyan su tesis en un vídeo incorporado a la causa: “Los acusados Ahmed Abdul Karim y Amir Mekky no se encontraban en ninguno de los lugares en los que la policía les sitúa, tanto en relación con el primer asesinato, como con el segundo. No están presentes en la zona del crimen”, subrayan los peritos de la defensa.
El informe de la defensa mantiene que la policía identificó mal el coche en el que iban Mekky y Ahmed, y que el vídeo prueba que se encontraban a ocho minutos de allí y en otro vehículo. El informe revela también que superaron la prueba de la parafina: es decir, que ni ellos, ni su ropaje tenían resto de pólvora.
Por otro lado, existen diferencias entre la Policía y la Guardia Civil sobre la autoría del asesinato de el Zocato. La Guardia Civil sostiene, basándose en testigos protegidos que a el Zocato lo mató Llalil Mohamed Dris. Sin embargo, el fiscal ha omitido cualquier referencia a dicha investigación.