Ridículo espantoso policial y político por la entrada en libertad del político independentista, que ofreció un mitin en Barcelona, y volvió a desaparecer sin dejar rastro
Los Mossos activan la ‘operación Jaula’ para localizar el paradero de Carles Puigdemont, el expresidente catalán que ha reaparecido esta mañana en Barcelona, ha pronunciado un mitin ante cientos de seguidores independentista bajo el Arco del Triunfo, y desapareció misteriosamente.
En ningún momento hubo presencia de efectivos de la Policía Nacional ni de la Guardia Civil, solo de los Mossos. Nadie duda que Puigdemont ha tenido apoyo para llegar y, por lo que parece, para huir de nuevo, sea otra vez al extranjero u otro punto del territorio catalán en el que pueda esconderse.
Todas las salidas de Barcelona han sido selladas y se rastrean las matrículas de dos vehículos en los que se ha desplazado a Cataluña. Como ha informado el diario OK, toda la comitiva del político independentista dejó sus móviles en Francia para evitar su rastreo.
La Comisaría Superior ha ordenado que el plan, que prevé controles en carreteras para localizar a una persona huida, se active en la región policial de Barcelona, así como en las adyacentes, las Regiones Metropolitanas Norte y Sur, y ha remitido el modelo y una matrícula a las Áreas Policiales Básicas.
Ridículo policial y político
El ridículo policial y político es escandaloso. Desde que acabó el mitin no hay señales del paradero de Puigdemont ante la tremenda sorpresa de todo el mundo. Las preguntas siguen siendo dolorosas: ¿cómo ha podido llegar sin ser detenido? Y lo que es peor: ¿cómo ha podido huir de nuevo? y de ¿qué ha servido el despliege policial de los Mossos?
Los controles en el que se inspecciona coche a coches están generando largas colas y retenciones en las principales carreteras catalanas.
Entre tanto, el pleno para investir al líder del PSC, Salvador Illa, como presidente de la Generalitat ha empezado sobre las 10. El inicio del pleno ha estado marcado por la presencia previa en Barcelona del expresidente de la Generalidad.
El presidente del Parlamento, Josep Rull, ha explicado que el vicepresidente primero de la Cámara, David Pérez -que ha sufrido una indisposición-, y el diputado de Junts Lluís Puig han delegado su voto, pero Puigdemont no ha delegado el voto. Minutos después suspendió la sesión para que los partidos preparasen sus intervenciones. La sesión podría ser suspendida. El Parlamento parecía desarrollar su actividad al margen de los acontecimientos en el exterior, aunque los teléfonos móviles estaban muy presentes.
Quien no estaba presente es ningún miembro del Gobierno de Pedro Sánchez, como suele ser protocolario y más cuando se trata de la investidura de un candidato socialista. La agenda de ministros y del propio presidente estaba ayer en blanco.
En los aledaños del Parlamento el devenir de los acontecimientos aumentó la tensión entre los cientos de personas concentradas, que no podían dar crédito de lo ocurrido.
Vox habla de humillación
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado este jueves que la reaparición del expresidente catalán Carles Puigdemont en un acto en Barcelona tras casi siete años huido en Waterloo (Bélgica) es “una humillación para todos los españoles” que supone “la destrucción del Estado de derecho” y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, siga “impune en su corrupción política y económica”.