La abogada Paloma Abad Tejerina subraya la creciente importancia de los animales en el ámbito legal
El 5 de enero de 2022, la legislación española reconoció a los animales como “seres sintientes” en lugar de “bienes inmuebles o cosas”. Esto ha tenido importantes implicaciones en casos de divorcio, donde los tribunales ahora deciden no solo sobre la custodia de los hijos, sino también sobre la de las mascotas, según Confilegal.
Un caso reciente que llegó hasta el Tribunal Supremo involucró a un matrimonio que se disputaba la custodia de dos gatos. Este asunto, dado a conocer por la abogada Paloma Abad Tejerina, subraya la creciente importancia de los animales en el ámbito legal.
El conflicto comenzó cuando, en mayo de 2022, Fernando presentó una demanda de divorcio contra su esposa, Elia, tras un breve matrimonio de menos de un año. Durante el proceso, Elia solicitó una pensión compensatoria de 300 euros mensuales durante cuatro años, alegando que había dejado su empleo para dedicarse al hogar. El juez de primera instancia rechazó esta solicitud, argumentando que Elia, de 46 años, aún tenía capacidad para trabajar. Sin embargo, en el mismo juicio, Elia también solicitó que los gastos de los gatos, que seguirían viviendo con ella, se compartieran entre ambos, a lo que el juez accedió.
Esta decisión fue apelada por Fernando, quien argumentó que los gatos eran de Elia antes del matrimonio y que él no había convivido con ellos debido a su alergia. La Audiencia Provincial de Vizcaya falló a su favor, revocando la decisión de compartir los gastos de las mascotas, ya que este tema no había sido introducido adecuadamente en el proceso inicial, lo que podría haber causado indefensión a Fernando.
El Supremo desestimó su recurso
Elia, insatisfecha con la decisión, llevó el caso al Tribunal Supremo, alegando que la Ley de Enjuiciamiento Civil permitía introducir nuevos hechos en cualquier momento del proceso. Sin embargo, el Supremo desestimó su recurso, aclarando que este artículo solo permite introducir hechos constitutivos de las pretensiones iniciales, no nuevas pretensiones, especialmente si estas pueden sorprender a la otra parte sin darle la oportunidad de defenderse.
Este caso resalta la importancia de informar al abogado sobre la existencia de mascotas durante un proceso de divorcio. La abogada Paloma Abad Tejerina enfatizó que, al no incluir a las mascotas en el convenio regulador o en la demanda inicial, se corre el riesgo de dejar sin regular los costos y cuidados necesarios, lo que puede complicar aún más un proceso ya de por sí delicado.