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Los adultos españoles, a la cola en matemáticas, lectura y resolución de problemas

Mujer leyendo. | Fuente: EP

El desafío para España radica en mejorar la formación de su población adulta y cerrar las brechas de rendimiento

España presenta un rendimiento por debajo de la media de la OCDE y la UE en matemáticas, lectura y resolución de problemas adaptativos, según el informe PIAAC Ciclo 2 de 2023. Este estudio evalúa las competencias de adultos entre 16 y 65 años en 31 países, en su mayoría miembros de la OCDE. Los resultados de España evidencian un déficit en comparación con países como Finlandia, que lidera el ranking en todas las áreas evaluadas, recoge EP.

En matemáticas, los adultos españoles obtienen 250 puntos, frente a los promedios de 263 y 264 de la OCDE y la UE respectivamente, situándose en octava posición por la cola. Finlandia lidera con 294 puntos. Aunque el rendimiento de España ha mejorado ligeramente (6 puntos desde 2013), este aumento no es estadísticamente significativo, a diferencia de los avances sustanciales en países como Singapur y Estonia.

En lectura, España alcanza 247 puntos, por debajo del promedio de la OCDE (260) y la UE (259), ubicándose en séptima posición desde el final. Este dominio tampoco ha mostrado cambios significativos en los últimos 10 años, a diferencia de aumentos destacados en Finlandia y Dinamarca. Sin embargo, la brecha de España con los países líderes, como Finlandia (296 puntos), sigue siendo notable.

En resolución adaptativa de problemas, los adultos españoles obtienen 241 puntos, 10 por debajo del promedio de la OCDE (251) y 9 del de la UE (250). España está en décima posición por la cola, siendo superada nuevamente por Finlandia (276 puntos). Este ámbito refleja una situación preocupante, ya que un alto porcentaje de adultos españoles presenta bajo rendimiento.

Niveles de rendimiento

El estudio muestra que un 31% de los adultos españoles tiene bajo rendimiento en lectura, superando el promedio de la OCDE (25%). En matemáticas, un 30% de adultos en España presenta carencias importantes, también por encima de los promedios internacionales. En resolución de problemas, el 35% de la población adulta española tiene un rendimiento bajo, un porcentaje superior a los estándares de referencia.

El rendimiento en los tres dominios evaluados disminuye con la edad en España. Los jóvenes de entre 16 y 24 años obtienen las puntuaciones más altas en lectura (257 puntos), matemáticas (256) y resolución de problemas (248), mientras que los adultos mayores de 55 años registran los puntajes más bajos. Este patrón destaca la importancia de la educación y formación continua.

Un nivel educativo más alto se asocia con mejores competencias. Los españoles con educación terciaria superan en 26 puntos a quienes tienen educación secundaria superior en lectura. Estas diferencias son menores en España en comparación con las brechas observadas en los promedios de la OCDE y la UE, donde las ventajas de la educación superior son más pronunciadas.

Brechas de género

En España, los hombres obtienen mejores resultados en matemáticas (10 puntos de ventaja) mientras que en lectura y resolución de problemas las diferencias entre géneros no son estadísticamente significativas. Además, los adultos nacidos en el extranjero presentan una desventaja media de 36 puntos en lectura y 38 en matemáticas respecto a los nativos, aunque estas brechas son menores que las observadas en los promedios internacionales.

Durante la última década, España ha experimentado un aumento significativo en el porcentaje de adultos con estudios terciarios y una reducción en el número de personas con niveles educativos bajos. Este progreso en la formación parece correlacionarse con una alta satisfacción con la vida, donde un 77% de los españoles adultos expresan estar satisfechos, superando la media de la OCDE.

Los resultados de España contrastan con países líderes como Finlandia y Japón, que muestran porcentajes significativamente menores de adultos con bajo rendimiento y mayores proporciones en niveles avanzados. El desafío para España radica en mejorar la formación de su población adulta y cerrar las brechas de rendimiento, particularmente en matemáticas y resolución de problemas, donde los déficits son más notables.

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