La vuelta al cole para el curso 2025-2026 supondrá un gasto medio de 422 euros por alumno. Esto significa un aumento del 1,6% respecto al año pasado, y 7 euros más por niño. Desde 2018, el coste total ha crecido casi un 15%.
El gasto no es igual en todas las comunidades. La Comunidad Valenciana encabeza la lista con 481 euros de media, seguida de Cataluña y Navarra. En el lado opuesto están Extremadura y Castilla-La Mancha, donde el coste medio se queda por debajo de los 400 euros.
Los libros y los uniformes concentran la mayor parte del incremento. El precio medio de los uniformes sube hasta 229 euros, mientras que los libros alcanzan los 192 euros. El aumento más notable se da en Educación Infantil, con un alza de más del 4% en los precios de los libros. En la ESO, el incremento es mayor en la escuela pública, superando el 2%.
Comprar uniformes en tiendas generalistas sale más barato que hacerlo directamente en los centros escolares. La media nacional ronda los 220 euros, aunque Cataluña y Navarra superan los 250 euros por uniforme.
El aumento de los precios ha llevado a muchas familias a optar por material de segunda mano. Según los portales especializados, más de la mitad ya ha comprado o se plantea comprar artículos usados. Los libros de texto, tablets y uniformes son los productos más demandados. Solo con reutilizar este material, las familias ahorran de media unos 60 euros por alumno.
La preocupación por el gasto es generalizada: el 89% de las familias cree que los precios suben demasiado y un 77% admite que supone un esfuerzo económico importante. Este contexto ha hecho que la demanda de material escolar usado se dispare en verano, sobre todo entre julio y septiembre.
La Organización de Consumidores (OCU) ofrece algunos consejos para reducir gastos. Revisar lo que ya se tiene en casa, aprovechar ofertas de agosto y optar por compras sin los niños son algunas de las estrategias. También recomiendan el consumo colaborativo, el intercambio de ropa y libros, y el uso de bibliotecas para lecturas recomendadas. Comparar precios de tablets y ordenadores es otra forma de ahorrar sin renunciar a la tecnología necesaria.