El número de incendios forestales activos en situación operativa 2 comunicados al Centro Nacional de Alertas y Emergencias ha registrado un “descenso significativo” en las últimas horas, situándose en 13. Así lo informó este sábado la directora general de Protección Civil, Virginia Barcones, quien detalló que estos focos se concentran en Castilla y León, Galicia y Asturias, mientras que Extremadura ya ha salido de esta situación.
Entre los incendios que más preocupan figura el de Igüeña, en la provincia de León, donde la complicada orografía está dificultando el acceso de los equipos de extinción, especialmente en el frente norte, considerado el más peligroso.
Tras la reunión del Comité Estatal de Coordinación (CECOD), presidida por videoconferencia por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Barcones explicó que, a medida que desciende el número de incendios activos de nivel 2, aumenta el de incendios estabilizados, que actualmente son tres, y el de incendios controlados, que se sitúa en siete, según ha publicado Europa Press.
En siete de los trece incendios activos trabaja la Unidad Militar de Emergencias (UME). Las provincias de Ourense, Pontevedra, León y Zamora han registrado mejoras durante la última noche, lo que favorece la estabilización de los fuegos. Barcones calificó la situación como de “optimismo moderado”, aunque advirtió que no se debe bajar la guardia por las condiciones meteorológicas aún poco favorables.
Pese a la mejora, Protección Civil mantiene activa la situación de preemergencia. Barcones aclaró que no se contempla rebajarla por ahora, ya que todavía hay tres comunidades autónomas que requieren refuerzos para combatir las llamas.
La directora general insistió en que se mantiene un seguimiento permanente, 24 horas al día, de la evolución de cada incendio activo. El operativo desplegado implica la colaboración entre administraciones autonómicas, estatales y la UME, que actúa en las áreas más críticas.
La mejora nocturna de las condiciones meteorológicas, sumada al trabajo de los equipos terrestres y aéreos, ha permitido frenar el avance de varios frentes y estabilizar algunos focos. No obstante, la persistencia de altas temperaturas y viento obliga a mantener el dispositivo en alerta máxima hasta que la situación esté completamente controlada.