El hijo del cantaor recuerda que el último disco de su padre, ‘Cuando Lebrijano canta se moja el agua’, se puede entender como un homenaje a Gabriel García Márquez
La Caja de las Letras del Instituto Cervantes ha recibido, según recoge EP, el legado in memoriam del cantaor flamenco Juan Peña El Lebrijano, que incluye varios de sus discos más destacados en formato LP y CD, entre los que se encuentran una ópera flamenca, otro álbum con colaboraciones con artistas como Rocío Jurado o Manolo Sanlúcar y su último trabajo, en el que rindió homenaje al escritor Gabriel García Márquez.
En el acto de presentación han participado el director de Gabinete y Comunicación Institucional del Instituto Cervantes, Philippe Robertet; el alcalde de la localidad sevillana de Lebrija, José Benito Barroso; y el hijo del artista, Juan José Peña.
El legado, que ha sido depositado en la caja número 872, está compuesto por cinco LPs (Persecucion, La Palabra de Dios a un gitano, Tierra, Ven y Sígueme y Lebrijano en el Teatro Real), además de los CDs Casablanca y Cuando Lebrijano canta se moja el agua, informa EP.
Honor y reconocimiento
De la misma forma, la familia del artista sevillano también ha querido dejar un USB dentro de un estuche, en el que se incluyen grabaciones de los años 60 y 70. “Mi padre era un hombre sencillo y bueno. Mi corazón está lleno de alegría y agradecimiento a todos los que han hecho posible esto. Es un honor y un reconocimiento a una persona que lo hizo todo en su vida y se centró en hacerlo lo mejor posible para aportar su visión del flamenco”, manifestaba Juan José Peña, hijo del cantaor.
Así mismo, ha señalado que la extensa trayectoria de El Lebrijano, con una treintena discos, dificultó la posibilidad de reunirlos todos para el legado. Esto les ha hecho optar por un pendrive con grabaciones de los años 60 y 70 “con ortodoxia flamenca” y colaboraciones con guitarristas como Paco de Lucía o Paco Aguilera, recoge EP.
“Son personas que ya no están entre nosotros, pero que si hoy en día venimos aquí es porque muchos anteriores han hecho un trabajo para que el flamenco se dignifique como cultura”, ha apuntado el hijo del cantaor.
Haciendo un repaso del legado de su padre, Peña ha reconocido que La palabra de Dios a un gitano (1972) es un disco con el que se siente “muy vinculado”, ya que vivió en Madrid durante la grabación del álbum, en un periodo en el que su padre cayó enfermo. “Está dedicado a La Niña de los Peines, es sinfónico y, en mi opinión, el primer disco de música flamenca vanguardista”, ha señalado.
Legado impotente
Con el último disco del artista, Cuando Lebrijano canta se moja el agua (2008), el hijo del cantaor ha recordado que se puede entender como un homenaje al premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. “El disco lo hace en prosa, que es algo muy difícil musicalmente y hay un olor a la casa de los Peña, con la participación de mis primos”, ha concluido.
Por su parte, durante la intervención del alcalde de Lebrija (Sevilla), José Benito Barroso, afirmaba que El Lebrijano ha dejado un legado “imponente que hay que preservar”. “Es una figura de relevancia nacional e internacional”, recoge EP.
Barroso, además, ha celebrado que con el “bautizo” artístico con el nombre de su localidad, el cantaor adoptó “una identidad propia que le conectaría por siempre con sus raíces y su tierra”.
“Cuando Juan terminaba de cantar, ocurría lo que solo ocurre con los grandes: su voz se quedaba en nuestra memoria. Su voz nunca se ha apagado, persiste en nuestros recuerdos y El Lebrijano y su música son memorables”, ha afirmado.