¿Dónde está la dignidad para disolver esta colonia de Cataluña que está pactada y firmada?
¿Y qué sabemos del País Vasco?
¿Qué han pactado, firmado y entregado a cambio de este derribo?
Los corsarios de nuestras lecturas regresaron con actos populistas y consignas comunistas. Por sus actos, por sus compañeros camaradas y por haber comprado para conservar el sillón ese silencio de aquellos que fueron nobles servidores de la patria y que ahora, después de vender España y dejarnos huérfanos de identidad con pactos de secesión, nos lanzan a una desenfrenada carrera para abrazarnos con países que nunca han ejercido como demócratas. Esos son sus verdaderos compañeros de este juego de trileros de corral.
Somos mayores los que nos asombramos y sentimos un enorme pesar por este futuro inmediato que se nos presenta, con unos actores mediocres y que se aplauden a sí mismos.
¿Dónde quedó vuestra palabra y vuestro juramento o promesa?
Sed valientes señores del antiguo PSOE y romped este fusilamiento. Os dejásteis tapar los ojos por promesas falsas y desapareceréis de esta piel de toro que hasta ahora era vuestra tierra.
¿No os estremece el miedo que se huele, que se siente y que está dejando en barbecho nuestra PATRIA?
¡Es indigno!
Añoramos aquel PSOE que era un noble partido político con buenos gestores preparados y la mayoría con estudios reconocidos que gobernaron durante años la ESPAÑA de todos que reunía vencedores y vencidos y que ayudaron a una estabilización de todos los españoles.
¿Dónde están vuestros principios ?
No os dejéis ningunear, todo por medrar en ese panorama tan incierto como destructivo para todos.
Podréis llenaros los bolsillos, pero dejaréis constancia en la historia de haber participado como actores comparsas en esta IGNOMINIA.
¡Quedará en vuestras maltrechas conciencias!
¡Demostrad que os queda valor!
Si no queréis lanzarnos a todos a un terrible y triste peregrinaje. Para exponer esto, no hace falta titulación alguna, solo puro sentimiento.
Solo somos viejos caminantes por los pueblos de nuestra gran tierra que se llama España, con mochilas de años a nuestras espaldas.
Muchos, hace años, tuvieron que salir de sus comunidades por seguridad para ellos y sus familias
¿Ahora qué se puede hacer?
¡Los que quieren, pueden! ¿Y los que no pueden aunque quieran? La conciencia muere por acatar las ideas de un jefe “iluminado”.