El tribunal español de la Audiencia Nacional ha decidido levantar la suspensión cautelar de las exhumaciones en el Valle de Cuelgamuros, conocido anteriormente como el Valle de los Caídos. Esta medida se tomó después de que la Abogacía del Estado presentara alegaciones al explicar que los restos del familiar de la persona que solicitó la paralización de los trabajos no se encuentran en la capilla donde actualmente se llevan a cabo las exhumaciones.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha informado de la decisión del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 11 a través de su cuenta en X, antiguo Twitter. Torres ha expresado su satisfacción por la resolución del tribunal y ha anunciado que se retoma la actividad de los forenses. Además, ha destacado que la reparación y restitución de la dignidad son actos de justicia.
La Abogacía del Estado solicitó levantar la paralización de las exhumaciones al demostrar que los restos de la mujer enterrada en el mausoleo, cuya nieta impulsó la suspensión cautelar, no se encuentran en la Capilla del Sepulcro, donde se desarrollan las exhumaciones. Se subrayó que la recurrente carecía de legitimación para recurrir, ya que el interés invocado era meramente hipotético y los perjuicios alegados eran inexistentes.
La Audiencia Nacional había ordenado previamente a Patrimonio Nacional detener las exhumaciones tras admitir las medidas cautelarísimas solicitadas por la Fundación Española de Abogados Cristianos. Esta fundación actuaba en representación de la nieta de una de las aproximadamente 200 mujeres enterradas en la Basílica del Valle de Cuelgamuros. Argumentaban que los trabajos de exhumación constituían una vulneración del derecho fundamental a la libertad religiosa, respaldado por el derecho constitucional a una digna sepultura.
Abogados Cristianos consideraba que realizar pruebas de ADN a los cadáveres, sin el consentimiento de los familiares, constituía una vulneración del ejercicio de la libertad religiosa. Acusaban al Gobierno de Pedro Sánchez de atacar al Valle de los Caídos con el objetivo de dañar la Basílica, al asegurar que no descansarán hasta que se respete su libertad religiosa y la Cruz más grande del mundo.