Decenas de miles de personas han protestado nuevamente este lunes contra el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y la manifestación ha derivado en graves disturbios en Jerusalén, donde hay nueve detenidos.
Uno de los detenidos sería Noiam Dan, primo de la esposa de Ofer Calderon, uno de los rehenes retenidos en Gaza.
Los manifestantes se han concentrado frente a la sede de la Knesset o Parlamento israelí y ante la residencia de Netanyahu en la calle Azza. La Policía ha informado de que algunos manifestantes «comenzaron a alterar el orden y se han enfrentado a los agentes y han prendido fuegos en la calzada», según recoge The Times of Israel.
De nuevo han pedido la convocatoria de elecciones anticipadas y un acuerdo para la liberación de los rehenes que tiene retenidos en la Franja de Gaza el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Los organizadores de la protesta han acusado a la Policía de usar fuerza excesiva, empleando cañones de agua contra los manifestantes e hiriendo a tres personas que han necesitado ser hospitalizadas. Uno de estos cañones habría impactado contra una sanitaria, Tal Weissbach, que llevaba un chaleco identificativo, informa el periódico israelí Yedioth Ahronoth.
Además de ella, otros dos manifestantes han sido trasladados al hospital, uno de ellos un hombre de 60 años que aparentemente habría sufrido una fractura de fémur, y «varios agentes de la Policía resultaron levemente heridos».
La Policía israelí ha señalado a través de un comunicado que a «última hora» comenzaron «unos disturbios y un violento motín por parte de cientos de alborotadores» que también atacaron a los policías, incendiaron la carretera y rompieron vallas. «Tras la infracción del orden, declaramos la protesta ilegal y dispersamos a los manifestantes», ha señalado.
«Los alborotadores no obedecieron las órdenes del oficial en el lugar, por lo que las fuerzas actuaron usando la fuerza y medios para dispersar a los alborotadores», ha aseverado, precisando que entre los arrestados algunos son sospechosos de atacar a los agentes y cuatro de haber prendido fuego.
Tras subrayar que «seguirá permitiendo la libertad de expresión y protesta según la ley, pero no la violación del orden público ni los disturbios que se lleven a cabo en violación de la ley», han anunciado que han reabierto prácticamente todas las calles que habían sido bloqueadas.