Hoy: 25 de noviembre de 2024
La realidad virtual puede usarse en terapias de tratamiento de fobias, rehabilitación de maltratadores o para reducir los niveles de racismo, según un estudio de dos investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El coordinador del laboratorio XR Lab de tecnologías inmersivas de realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta, y profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, Pierre Bourdin, y la profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, Sofía Seinfeld, llevan años estudiando a través de la realidad virtual cómo las personas lidian con las emociones, cómo afrontan cuestiones existenciales como la muerte o la soledad o cómo funcionan las conexiones entre el cuerpo y el cerebro.
Desde el punto de vista psicológico, la realidad virtual también se utiliza para el tratamiento del estrés postraumático y de las fobias. La ventaja en este caso es que permite exponer a la persona a la situación que le causa esa angustia con un control absoluto sobre el entorno.
Se trata de una tecnología cuyas características inmersivas permiten que el usuario interaccione y se mueva en un entorno virtual, usando un cuerpo virtual o avatar, como si todo fuese real. “En investigación científica, el ‘virtual embodiment’ nos da muchas posibilidades para estudiar las relaciones de nuestro cuerpo con los sentidos o con nuestro cerebro”, comenta Bourdin.
“La gran ventaja de la realidad virtual, tanto en investigación como en terapia, es que puedes definir cualquier situación útil para el científico o el terapeuta, desde contextos de estrés hasta dilemas morales o problemas existenciales, y ponerla a prueba, algo imposible de conseguir en la realidad”, concluye Pierre Bourdin en el estudio para la UOC.