El mandatario de Naciones Unidas para los Derechos Humanos recuerda la muerte este fin de semana de dos adolescentes tras ser tiroteados por militares de Israel
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, denuncia un “derramamiento de sangre sin precedentes” en Cisjordania y Jerusalén Este y ha reclamado que haya rendición de cuentas por la muerte de más de 500 palestinos a manos de las fuerzas israelíes y los colonos desde el 7 de octubre, fecha de los ataques ejecutados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí.
“Como si los trágicos acontecimientos en Israel y luego en Gaza durante los últimos ocho meses no fueran suficientes, la población de la Cisjordania ocupada está siendo sometida a diario a un derramamiento de sangre sin precedentes”, ha manifestado. “Es inconcebible que se hayan perdido tantas vidas de esta forma tan gratuita”, ha lamentado.
La oficina de Turk ha indicado que ha confirmado desde entonces la muerte de 505 palestinos y 24 israelíes y ha reiterado su llamamiento a favor del fin de la violencia en Cisjordania y Jerusalén Este.
“Los asesinatos, la destrucción y las violaciones generalizadas de los Derechos Humanos son inaceptables y deben terminar de inmediato. Israel no sólo debe adoptar, sino hacer cumplir, unas normas de operaciones que estén totalmente en consonancia con las normas y estándares de los Derechos Humanos”, ha dicho.
Así, ha subrayado que cualquier denuncia de asesinato “debe ser investigada de forma exhaustiva e independiente y los responsables deben rendir cuentas”, ha sostenido Turk, quien ha incidido en que la impunidad generalizada por esos crímenes “ha sido común durante demasiado tiempo en la Cisjordania ocupada”.
“Esa impunidad ha creado un entorno propicio para que las fuerzas de seguridad de Israel cometan cada vez más asesinatos ilegítimos. Se debe respetar y hacer cumplir el Derecho Internacional y se debe garantizar la rendición de cuentas”, ha recalcado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La oficina de Turk ha recordado la muerte este fin de semana de dos adolescentes tras ser tiroteados por militares de Israel cerca del campamento de refugiados de Aqabat Yaber, en Jericó, y ha resaltado que ambos fueron tiroteados a una distancia de unos 70 metros cuando huían tras lanzar piedras o cócteles militares contra un puesto de control.
En este sentido, ha incidido en que las fuerzas israelíes han usado a menudo fuera letal como primer recurso ante manifestantes que lanzaban piedras, fuegos artificiales o cócteles molotov contra vehículos blindados, incidentes en los que “claramente” no existía una amenaza a la vida de los militares por estas acciones por parte de los palestinos.
Intención de matar
Además, la oficina del Alto Comisionado ha detallado en un comunicado que la elevada cifra de palestinos muertos tras ser tiroteados en la parte superior del cuerpo y el “patrón” de negar la asistencia médica a los heridos “sugiere una intención de matar” y no “una aplicación gradual de la fuerza”.
“La verificación de las víctimas mortales y el seguimiento en profundidad de más de 80 casos por parte de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU indica violaciones consistentes del Derecho Internacional Humanitario sobre el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad de Israel a través del uso innecesario y desproporcionado de fuerza letal y un aumento de asesinatos selectivos aparentemente planeados”, ha manifestado Turk.
“También muestra la denegación o el retraso sistemático de la asistencia médica a los heridos críticos”, ha manifestado, antes de agregar que “la violencia por parte de las fuerzas de seguridad y los colonos israelíes, en un contexto de la escala de la muerte y destrucción en Gaza, ha provocado miedo e inseguridad entre los palestinos en la Cisjordania ocupada”.
El organismo ha recordado que la cifra de palestinos muertos a manos de las fuerzas israelíes ya había alcanzado niveles récord durante los nueve primeros meses de 2023, antes de los ataques de Hamás; y ha insistido en que ha repuntado drásticamente tras los “horribles ataques” por parte de facciones palestinas, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados en Israel.
Por último, ha apuntado que en lo que va de año han muerto cerca de 200 palestinos en operaciones de las fuerzas de seguridad, en comparación con los 113 de este mismo periodo en 2023 y los 50 de 2022. El Ejército de Israel ha llevado a cabo desde el 7 de octubre cerca de 30 operaciones militares en Cisjordania, incluidos bombardeos de drones o el lanzamiento de misiles tierra-tierra contra refugiados de campamentos y otras zonas pobladas.