El acceso humanitario y la entrega de ayuda es “difícil” en algunas partes del noreste del país
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), dependiente de la ONU, según ha informado EP, ha cifrado este jueves en más de 1,1 millones los desplazados en Siria desde el estallido de la ofensiva yihadista y rebelde encabezada por Hayat Tahrir al Sham (HTS) que ha puesto fin al régimen del presidente sirio Bashar Al Assad.
En Alepo se presenta una carencia de alimentos a causa del cierre de panaderías debido a la escasez de harina y diésel, mientras que la provisión de vegetales es “limitada”. Además, la Ocha ha señalado que en algunos sectores aún existen interrupciones de electricidad y los costos del combustible continúan siendo elevados.
En contraste, cerca de la presa de Tishrin, en la región de Alepo, las disputas entre las partes han causado interrupciones en la electricidad que han impactado a más de 400.000 individuos en ciudades como Manbij y Kobani, además de problemas con el suministro de agua y otros servicios fundamentales.
Según afirman desde la Ocha, el acceso humanitario y la distribución de asistencia son “desafiantes” en ciertas regiones del noreste de Siria. “En Raqqa, Tabqa, Hasaka y Derik se han observado limitaciones en el movimiento a causa de las posiciones de control y las noticias de hurtos en dichas zonas”, aseguran.
Refuerzo del programa de alimentos
A pesar de ello, desde el inicio de las hostilidades en el noreste de Siria, las agencias de la ONU han logrado proporcionar alimentos a más de 700.000 individuos, mientras que 40.000 desplazados se mantienen como refugiados en 200 centros.
El representante especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, tiene la intención de visitar Jordania durante el fin de semana para interactuar con figuras importantes, tal como lo ha hecho saber Stéphane Dujarric, representante del secretario general de la ONU, en una conferencia de prensa.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), según ha informado EP, reforzará sus programas en Siria para tratar de ayudar a la población siria y ha reclamado ayuda internacional, toda vez que ya a principios de año 12,9 millones de personas padecían inseguridad alimentaria.