Los fondos necesarios para atender las necesidades humanitarias a nivel mundial solo están cubiertos en un 18%, ya que solo se han recaudado aproximadamente 9.000 millones de dólares (8.400 millones de euros) de los 48.700 millones de dólares solicitados por la ONU y sus organizaciones relacionadas hasta finales de junio.
Así consta en los registros de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que muestra también una distribución desigual de los fondos. Mientras que casi la mitad del dinero se ha dedicado a cinco emergencias –Ucrania, Siria, Yemen, Afganistán y los Territorios Palestinos Ocupados–, otros escenarios como Burkina Faso, Sudán, Venezuela, Birmania, Etiopía y El Salvador quedan por debajo de la media.
El secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland, ha alertado de lo que considera una «creciente tendencia de negligencia internacional«. «Nunca he visto una diferencia tan notoria entre las necesidades de ayuda para salvar vidas y los fondos disponibles», ha lamentado en un comunicado.
En este sentido, ha advertido de que la mayoría de las crisis están «olvidadas» a ojos de la comunidad internacional, después de un año en el que por primera vez en la historia cayó el dinero destinado a cubrir necesidades humanitarias. Y, según Egeland, «la perspectiva para este año es todavía peor«.
«Es devastador que los países envíen satélites a la cara oculta de la Luna pero no quieran impedir que los niños se mueran de hambre en la Tierra», ha denunciado, señalando que la falta de dinero puede derivar en la paralización de los programas de ayuda y, por extensión, en que no se solucionen los problemas que subyacen en el origen de las emergencias.