La Fiscalía solicita penas que suman 298 años y medio de prisión para la organización y sus cómplices por desarrollar actividades criminales en Mallorca entre 2009 y 2012
La Audiencia Nacional juzgará el próximo 23 de enero a la banda motera “Los Ángeles del Infierno” por varios presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, prostitución, narcotráfico, extorsión o blanqueo, en la isla de Mallorca, efectuados entre los años 2009 y 2012.
En la sede que la Audiencia tiene en San Fernando de Henares se sentarán en la banquillo de los acusados un total de 47 personas entre moteros, policías locales y guardia civiles.
Acostumbrados a verlos con sus Harley-Davidson por las solitarias carreteras del sur de EE.UU. o haciendo de las suyas por la mítica Ruta 66, era impensable para algunos que los tuviéramos tan cerca como en Baleares. La banda se afincó en la isla de Mallorca en noviembre de 2009. Descubrió las posibilidades que ofrecía el enclave y sin más decidieron hacerse dueños y señores de la noche mallorquina.
La situación geográfica de la Isla, los clubs de alterne, la posibilidad de blanqueo de capitales, el tráfico de drogas y la existencia de abundante población extranjera, crearon el cóctel ideal para para hacerse los dueños del paraíso. Y así anduvieron durante tres años y pico.
Sin embargo, el 23 de julio de 2013, a las cinco de la mañana, un centenar de guardias civiles y policías nacionales asaltaron las viviendas donde pernoctaban y se escondían, y la organización fue desarticulada. El líder, Frank Hanebuth, fue detenido en su finca “Son Paraíso” en el municipio de Lloret de Vistalegre.
La Fiscalía Anticorrupción pide una condena de 13 años de cárcel para Frank Hanebuth por delitos de organización criminal, amenazas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. El macrojuicio, un total de 47 personas serán enjuiciadas, llega 10 años mas tarde de que el juez Eloy Velasco, culminara la investigación que dio al traste con los planes de la banda para apoderarse de los bajos fondos mallorquines.
Todo controlado
Pero Hanebuth, no actuaba solo. Además de sus moteros sabía que tenia que contar con algún apoyo externo que le permitiera, no solo tener acceso a los locales sino, lo mas importante, que lo avisaran de las posibles redadas que se planearan. Por eso, presuntamente, fichó como compinches a dos agentes de la Policía Local de Mallorca y a un sargento de la Guardia Civil que facilitaban información a los moteros, a cambio de presuntas recompensas.
El Ministerio Público reclama penas que suman 298 años y medio de prisión para la organización y sus cómplices por desarrollar sus actividades criminales en Mallorca entre 2009 y 2012. «La mayoría de los investigados se encontraban en Baleares, ostentando un alto nivel de vida y donde eran propietarios, a través de terceras personas interpuestas y sociedades, de bienes muebles e inmuebles».
Hace unos años en unas declaraciones en la televisión alemana NDR, Hanebuth, aseguró que tenía ganas de que empezara ya el juicio. mañana será el día.