La arboleda perdida

4 de febrero de 2025
1 minuto de lectura
Una arboleda. | Flickr

Es difícil comprender la silenciosa corpulencia de un árbol. Curiosean por encima de las ventanas, intentando con el desarrollo de sus ramas vestir de pájaros nuestras intimidades. Los árboles tardan en crecer, pero luego se instalan en la vida y aguantan años, siglos, sin que los vientos más recios puedan con ellos. He visto, sobre sus verdes ramas, besarse en un descuido dos jilgueros, que a la tarde trinaban de agradecimiento por el cobijo que recibieron y por la sabia libada.

Ante la tempestad, los árboles son descaradamente valientes. Apenas si sufren cuando llega el otoño, teniendo que soportar la vejez hermosa y dorada de sus hojas.

…Las izquierdas españolas se han presentado en Madrid gritando que son valientes. Nunca fue valentía la necesidad de ofender para conseguir una atención o un voto. De esa manera, los árboles sembrados alrededor terminan siendo “una arboleda perdida”. Las izquierdas de este País nunca fueron valiente, salvo para quemar iglesias o mentir con la Historia. Sólo se atrevieron con Franco… después de muerto. Las derechas, tampoco.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

La taberna del vicepresidente

Lejos de mí enfrentarme con alguien si puedo evitarlo, que casi siempre puedo, y menos por una cuestión ideológica, que…

Mensajeros

Cuando el sacerdote atravesó la puerta de la habitación donde agonizaba Marlene Dietrich, la moribunda usó la última fuerza que…

Polifemo

Ante las muchas “odiseas” que sufrió Ulises hasta llegar a Ítaca, Homero resalta la figura de los cíclopes que vivían…

Pájaros en la cabeza

Entre la adolescencia y la juventud (que nunca debe acabarse) solían repetir en nuestra casa: “este niño tiene pájaros en…