Hoy: 13 de febrero de 2025
La mujer acusada de presuntamente obligar a su nieta a mantener relaciones sexuales con un conocido de la familia ha negado categóricamente las acusaciones durante el juicio celebrado este jueves. La enjuiciada ha rechazado firmemente las afirmaciones, calificándolas de «falsas» y sugiriendo que podrían ser una invención de la menor, quien habría expresado su determinación de evitar ser enviada de regreso a su país «a cualquier costo».
En el marco de la audiencia en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, las partes han presentado sus conclusiones provisionales, manteniendo la defensa la solicitud de absolución de la acusada. La fiscalía, por su parte, ha expresado la falta de indicios suficientes para mantener una imputación de esta gravedad, llegando incluso a solicitar el sobreseimiento de las actuaciones durante la instrucción.
Mientras tanto, el Instituto Cántabro de Servicios Sociales, actuando como acusación particular, ha ratificado su posición, solicitando 15 años de prisión por un presunto delito continuado de abuso sexual a menores y otro igualmente continuado de corrupción de menores, además de una indemnización de 30.000 euros.
El organismo público, dependiente del Gobierno regional, alega que la acusada habría traído a su nieta desde la República Dominicana a una edad temprana y, posteriormente, la habría sometido a abusos sexuales y explotación durante su estancia en España.
La procesada ha defendido su inocencia declarándose no culpable y respaldando sus argumentos con testimonios de familiares, incluyendo a su hijo, quien ha afirmado que su madre es inocente.
Durante la audiencia, la mujer ha explicado que trajo a su nieta a España debido a las difíciles circunstancias en su país de origen, incluyendo supuestos maltratos por parte de su madre y la amenaza de ser vendida a un hombre joven. Ha negado rotundamente haber obligado a la menor a realizar tareas domésticas o a mantener relaciones sexuales, argumentando que siempre trató a la niña con amor y cuidado.
La versión de la procesada ha sido respaldada por su pareja, quien ha afirmado que las acusaciones son falsas y que la niña habría inventado los hechos para evitar ser enviada de regreso a su país.
Testimonios de profesionales, incluyendo la jefa de estudios del centro educativo donde la menor estudiaba y la primera psicóloga que la atendió, han descrito la situación de la menor, destacando comportamientos agresivos y problemas emocionales, aunque la niña nunca mencionó abusos sexuales.
Los peritos han considerado el relato de la menor como coherente y lógico, destacando una notable afectación emocional, pero descartando la fabulación y respaldando la compatibilidad de sus síntomas con los hechos denunciados.