La accidentada cumbre del Clima en Brasil acaba sin concretar el futuro de los combustibles fósiles

24 de noviembre de 2025
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La accidentada cumbre del Clima en Brasil acaba sin concretar el futuro de los combustibles fósiles
Protesta de activistas durante la celebración de la cumbre. /EP

La solar es la fuente de energía más barata, y la dirección a largo plazo es muy clara, China domina este sector y eso coloca a EE UU en una situación muy difícil

La cumbre del climá celebrada en Brasil deja una cosa clara: que no hay nada claro en el presente y el futuro sobre cómo manejar los efectos del cambio climático y las herramientas necesarias, sobre todo por el boicot de Estados Unidos y el silencio cómplice de superpotencias como China.

En las tres décadas que se llevan celebrando estas reuniones anuales, que buscan forjar un consenso global sobre cómo evitar y manejar el calentamiento global, esta será recordada como una de las más divisorias. Y deja una enorme duda: ¿sirven de algo estos encuentros al margen de evidencias dos realidades diferentes que parecen difícil que puedan encontrarse en un punto en común? Basicamente porque al final se habla de negocio y de dinero y cuando hay dinero de por medio los intereses no coinciden. Así se entiende uy explica la postura de las países productores de petróleo y de los que apuestan por energías renovables.

Muchos países se indignaron cuando la COP30 que ha tenido lugar en Belém, Brasil, terminó el sábado sin siquiera mencionar los combustibles fósiles que han recalentado la atmósfera. Esto desató la protesta de delegaciones como la de Colombia, que llevó incluso a suspender temporalmente la sesión plenaria de clausura al alegar que no se habían escuchado sus objeciones al acuerdo.

Pero otras naciones -particularmente las que tienen más que ganar de su continua producción- se sintieron reivindicadas, según un interesante análisis publicado por BBC-NEWS en El Observador.

La cumbre resultó ser un baño de realidad sobre hasta qué punto se ha derrumbado el consenso global sobre qué hacer sobre el cambio climático. Aquí hay 5 conclusiones clave de lo que algunos han llamado la «COP de la verdad».

No ha sido el mejor momento

Protesta de pueblos indígenas por el futuro de sus territorios. /EP

El resultado más importante que salió de la COP30 es que el «barco» del clima sigue a flote. Pero muchos de los participantes están insatisfechos de que no lograron siquiera acercarse a lo que querían. Y, a pesar del gran apoyo a Brasil y al presidente Luis Inácio Lula da Silva, hay frustración con la manera en que manejaron este encuentro.

Lula habló de hojas de ruta para abandonar los combustibles fósiles ante el puñado de líderes mundiales que llegaron a Belém antes del inicio oficial de la COP. La idea fue respaldada por una serie de países, entre ellos Reino Unido y, en unos días, ya había una campaña para incluir esta hoja de ruta dentro de las negociaciones, añade BBC-NEWS en El Observador.

Colombia y la Unión Europea, con unos 80 países más, trataron de encontrar algún tipo de lenguaje que señalara un paso más firme para alejarse del carbón, petróleo y gas. Para encontrar un consenso, Do Lago convocó lo que se conoce en Brasil como mutirão, una especie de discusión en grupo.

Países árabes

Los negociadores de los países árabes rehusaron participar en las charlas con quienes buscaban un camino para abandonar la energía de combustibles fósiles.

Los principales productores trataron a la UE con indiferencia.

«Nosotros creamos la política energética en nuestra capital, no en la suya», les expresó un delegado saudita en una reunión a puerta cerrada, según un observador. Nada pudo salvar la brecha, y las conversaciones estuvieron al borde del colapso.

Para salvar su dignidad, Brasil salió con la idea de crear hojas de ruta sobre la deforestación y los combustibles fósiles que existirían al margen de la COP. Estas fueron aplaudidas efusivamente en las salas del plenario, pero su estatus legal es incierto.

Mala COP de la UE

Se trata del grupo de naciones más rico que se mantiene en el Acuerdo de París, pero esta COP tampoco fue el mejor momento de la Unión Europea.

Si bien han hecho alarde de la necesidad de una hoja de ruta para combustibles fósiles, se vieron acorralados en otro aspecto del acuerdo del que finalmente no pudieron salir. La idea de triplicar los fondos para la adaptación climática estaba en el texto inicial y sobrevivió hasta el borrador final. La redacción fue vaga para que la UE no objetara pero, crucialmente, la palabra «triplicar» permaneció en el texto.

Así que cuando la UE intentó presionar a los países en desarrollo para que respaldaran la idea de una hoja de ruta para los combustibles fósiles, no tenían nada que ofrecer para endulzar el acuerdo, pues el concepto de triplicar ya estaba incorporado.

La pregunta más persistente que se hizo aquí durante las dos semanas de la COP30 fue sobre el futuro del «proceso» en sí.

Lo descabellado que es trasportar por avión a miles de personas por medio mundo para sentarse en tiendas con aire acondicionado y discutir sobre comas y la interpretación de palabras enrevesadas.

Y la ridiculez de que las discusiones clave, sobre el futuro mismo de la energía que necesitará nuestro mundo necesitará en el futuro, ocurran aquí a las tres de la madrugada con delegados faltos de sueño que no han estado en sus casas en semanas.

El acuerdo final puso en marcha un diálogo sobre el comercio en futuras conferencias sobre el clima de la ONU, implicando a los gobiernos y a otros actores como la Organización Mundial del Comercio.

China y Estados Unidos

Los dos mayores emisores de carbono del mundo, China y Estados Unidos, tuvieron un impacto similar en esta COP, pero lo lograron de formas diferentes. El presidente de EE UU, Donald Trump, no asistió, pero su postura envalentonó a sus aliados presentes. Rusia, un participante relativamente discreto, tomo la delantera bloqueando los intentos de establecer hojas de ruta. Y, mientras Arabia Saudita y otros grandes productores de petróleo fueron predeciblemente hostiles a la disminución de combustibles fósiles, China mantuvo silencio y se concentró en hacer acuerdos comerciales.

Al final, opinan los expertos, los negocios que China está logrando superarán a EE UU y sus intenciones de vender combustibles fósiles.

«La solar es la fuente de energía más barata, y la dirección a largo plazo es muy clara, China domina este sector y eso coloca a EE UU en una situación muy difícil».

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