Algunos músicos no necesitan regresar porque nunca se han ido. Tampoco precisan de cartas de presentación, cuentan lo que toda una generación ha vivido, historias compartidas que nos hicieron ser como somos. Cada época tiene sus tiempos y a estos les han acompañado siempre.
Así ocurre con Javier Barrado y Pilar Machi, sus canciones nos conmueven porque destilan sinceridad en sus textos y honestidad en la voz, y es algo que no se improvisa, se transmite de forma natural, sin imposturas y sin falsas poses.
Sus relatos desgranan situaciones compartidas que fluyen en cada una de sus composiciones. Ellos siempre están ahí, acompañándonos como el amigo fiel que nunca falta. Comparten un proyecto común, vivencias y escenario, con el excelente guitarrista y compositor Luis Cruz (Topo), músico de amplísima trayectoria.
Sus actuaciones son un paseo biográfico por un lugar común, que es el de todos, en el que avanza y se desenvuelve la intrahistoria. Para apreciar el valor y significado de este grupo debemos acudir a sus directos, insuperables, en los que se percibe su complicidad y la profesionalidad de muchos años en ruta.
Son como antiguos trovadores, narrando sus vivencias personales, que son las nuestras, por eso la conexión es inmediata. Todos venimos del mismo espacio que siguen ocupando ellos, que somos nosotros.
Sabemos que otros quedaron en el camino, pero aquí siguen, a pesar de todo, cuando otros los daban ya por perdidos, y suenan tan actuales como entonces y tan necesarios como sólo se puede ser ahora.
Cuánto tiempo… Gracias
¡Merecidos commentarios para estos grandísimos artistas! Grandes ❤️