Hoy: 23 de noviembre de 2024
El ejército israelí ha lanzado esta medianoche uno de sus bombardeos más potentes en Dahiye, el suburbio chií al sur de Beirut, capital de Líbano, donde en las últimas semanas asesinó al líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, junto con gran parte de la cúpula militar del grupo.
Las explosiones han sido tan intensas que han hecho vibrar los cristales hasta tres kilómetros del lugar del ataque, con bombas de hasta una tonelada diseñadas para destruir búnkeres subterráneos, similares a las utilizadas en la operación que mató a Nasralá.
Posteriormente, dos fuentes israelíes han informado al medio Axios que el objetivo del ataque era Hashem Safieddine, el posible sucesor de Nasralá, quien supuestamente estaba reunido con otros altos mandos de Hezbolá en ese momento.
Por otra parte, el Ejército de Israel ha realizado varios bombardeos en las cercanías de un paso fronterizo civil entre Líbano y Siria, menos de 24 horas después de acusar al grupo chií Hezbolá de utilizar dicho paso para transferir armas desde territorio sirio.
Según las informaciones recogidas por el diario libanés L’Orient-Le Jour, un total de tres bombardeos han alcanzado la zona del paso de Masnaa, cortando la carretera que llega hasta el paso, utilizado durante los últimos días por miles de sirios y libaneses que han huido a través de la frontera tras la intensificación de los ataques y el inicio de una nueva invasión del país.
El suceso ha sido confirmado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha apuntado que los ataques han causado “daños extensos” y han provocado el corte de la autovía que conecta la capital de Líbano, Beirut, con la de Siria, Damasco.