La magistrada se compromete a velar por la independencia judicial “frente a las posibles injerencias externas”
Isabel Perelló se ha estrenado este jueves como nueva presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS) con una advertencia: respetar el trabajo de los jueces. La magistrada ha insistido en que “ningún poder del Estado puede dar instrucciones” a los jueces y ha pedido evitar “ataques injustificados”, destacando en concreto la “excelente labor” del TS.
Perelló ha enviado este aviso a los poderes políticos ante la atenta mirada del Rey Felipe VI, la Sala de Gobierno del Alto Tribunal y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, en el marco de la apertura del año judicial que se ha celebrado este jueves en el TS.
“En esta nueva etapa que hoy se inicia quiero hacer un llamamiento a las diferentes fuerzas políticas y a los poderes del Estado para que respeten el trabajo que los jueces y magistrados realizan”, ha dicho en su primer discurso desde su llegada al cargo el pasado martes.
Perelló ha subrayado que solo los estados en los que está garantizada la división de poderes pueden considerarse verdaderos estados de derecho, “de ahí la importancia de salvaguardar la independencia judicial frente a posibles injerencias externas”, ha añadido.
En este sentido, ha señalado que, aunque las resoluciones judiciales pueden ser objeto de crítica, estas discrepancias no deben confundirse con descalificaciones o insultos, por lo que ha pedido “evitar ataques injustificados”.
García Ortiz llama a gestionar “con responsabilidad” la inmigración
El foco también ha estado puesto en el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que se ha pronunciado sobre la inmigración y ha pedido que se gestione “con responsabilidad”. Además, ha instado a no sembrar “semillas de odio” contra las personas “especialmente vulnerables” que migran.
“No nos cansaremos de repetir lo que es obvio: los y las migrantes son, sin ningún matiz o calificativo, en primer lugar personas, con la dignidad y derechos inherentes a su condición, exactamente igual que lo somos nosotros o lo son nuestros hijos e hijas”, ha proclamado el jefe de la Fiscalía durante su discurso en el acto de apertura del año judicial, celebrado este jueves en el Tribunal Supremo.
El fiscal general ha querido lanzar este mensaje ante el daño que se busca hacer a la inmigración desde “la desinformación que en ocasiones provocan las redes sociales”, según él.
Además, García Ortiz ha subrayado la importancia de combatir los discursos y los delitos de odio, “un peligro constante para la pacífica convivencia” y un “fenómeno contagioso en todo el mundo”.
Un CGPJ renovado tras cinco años
La apertura del año judicial ha tenido lugar a las 12.00 horas en el Salón de Plenos del Supremo, en un acto solemne que ha presidido el Rey Felipe VI y en el que la nueva presidenta del CGPJ y el alto tribunal, Isabel Perelló, ha estado en el foco.
El nombramiento de Perelló el martes pasado consiguió el consenso no solo entre los bloques progresista y conservador del Consejo, sino también en la cúpula judicial, desde donde se destaca su capacidad de diálogo, su independencia y su trayectoria.
Hoy ha sido la primera vez en cinco años que el Poder Judicial arranca el curso con un CGPJ renovado. El bloqueo llevó a Carlos Lesmes a presidir el acto de forma interina durante cuatro años, mientras que el magistrado Francisco Marín Castán lo hizo en calidad de presidente suplente el último año, de modo que los discursos de ambos estuvieron plagados de llamamientos al diálogo para alumbrar un acuerdo que finalmente llegó el pasado junio.
Con diez vocales progresistas y diez conservadores, las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press señalan como uno de los principales desafíos del nuevo CGPJ acabar con la imagen de politización que dejó el Consejo anterior, lastrado por la pugna entre bloques y por las luchas intestinas en cada sector.
Si bien los nuevos vocales se felicitan por el acuerdo en torno a Perelló, que surgió en el último momento como nombre de consenso frente a otros candidatos como Pablo Lucas, Pilar Teso o Ana Ferrer, las citadas fuentes interpretan como un mal augurio el mes y pico de bloqueo para elegir al nuevo presidente del Consejo y del Supremo.
En concreto, desde el alto tribunal hacen hincapié en el “desgaste personal” al que se ha sometido al resto de candidatos, debido al excesivo escrutinio de su figura, pese a la valía que debería suponérseles dada su condición de magistrados del Supremo.
La amnistía en el centro del debate
Más allá de los nombres propios, la Justicia encara un año que se prevé intenso por la aplicación de la ley de amnistía, pendiente de que el Tribunal Constitucional (TC) responda a la cuestión de inconstitucionalidad planteada por el TS, el cual considera que la norma carece de encaje en la Carta Magna.
El Supremo directamente rechazó amnistiar la malversación del procés y acudió al Constitucional por el delito de desórdenes públicos al tener la “absoluta convicción” de que su perdón vulneraría “al menos” el derecho a la igualdad ante la ley.
El alto tribunal aún debe responder a los recursos que buscan revocar su decisión de excluir la malversación de la amnistía, si bien el recorrido de su cuestión de inconstitucionalidad comenzará la próxima semana.
Así, el Pleno del TC estudiará desde el próximo martes la admisibilidad de la pregunta planteada por el TS, en base a una ponencia del magistrado conservador Ricardo Enríquez que aboga por darle trámite y que contará con el respaldo mayoritario, según fuentes de la corte de garantías.
A nivel doméstico, el otro gran reto de la Justicia en este nuevo curso es cubrir las 102 vacantes que el bloqueo en la renovación del CGPJ dejó en la cúpula judicial. La mayoría (40) están en los tribunales superiores de justicia, a las que se suman 31 en las audiencias provinciales, 29 en el Supremo y dos en la Audiencia Nacional.