Irán ha acusado este martes a Israel de desencadenar una guerra cibernética de gran escala contra su infraestructura digital, en el marco del quinto día consecutivo de enfrentamientos militares. Según el Mando Nacional de Ciberseguridad iraní, el “régimen sionista” estaría combinando ataques armados con agresiones digitales dirigidas a servicios esenciales del país, según una información publicada en Europa Press.
En un comunicado difundido por la agencia estatal Fars, las autoridades iraníes aseguraron que los ciberataques buscaban interrumpir la vida cotidiana de los ciudadanos mediante la desestabilización de sistemas informáticos clave. A pesar de ello, afirmaron haber contenido con éxito la mayoría de las ofensivas digitales, mientras trabajan en la restauración de los servicios dañados.
En respuesta a la ofensiva cibernética, Irán ha prohibido el uso de dispositivos con acceso a Internet a altos cargos del gobierno y miembros de los cuerpos de seguridad, una medida excepcional que refleja el creciente temor a infiltraciones tecnológicas.
Además, el Mando Nacional de Ciberseguridad ha anunciado que se están implementando protocolos de protección avanzados a nivel nacional. Estas acciones incluyen el blindaje de infraestructuras críticas y la vigilancia reforzada para impedir la penetración de “elementos enemigos” tanto en el plano virtual como en el militar.
Mientras el frente digital se intensifica, la guerra continúa en el plano físico. El Ejército israelí ha confirmado una nueva serie de ataques aéreos contra instalaciones militares en el oeste de Irán y objetivos en el centro de Teherán, incluidos edificios que, según Israel, eran utilizados por la Guardia Revolucionaria.
En palabras del portavoz militar Avichai Adrae, el objetivo es mantener la “superioridad aérea” israelí tras días de intensos combates. “Debido a nuestros dolorosos ataques, el régimen iraní ha trasladado sus lanzaderas de misiles al centro del país, desde donde ahora opera”, señaló.
Por su parte, la Guardia Revolucionaria iraní ha confirmado una nueva oleada de bombardeos sobre bases aéreas israelíes, que, según afirman, fueron utilizadas en los recientes ataques. “Esta respuesta continuará de forma compleja, gradual y en múltiples niveles”, indicó el cuerpo militar en un comunicado recogido por el medio Sepah News.
Desde el inicio de la ofensiva israelí el pasado viernes, que incluyó ataques directos a instalaciones nucleares y zonas residenciales de Teherán, al menos 225 personas han muerto en Irán, según cifras oficiales. En respuesta, la república islámica ha lanzado cientos de misiles y drones sobre Israel, donde las autoridades han reportado al menos 24 víctimas mortales.
La confrontación entre Irán e Israel se profundiza no sólo por la contundencia de los ataques, sino por la incorporación de un frente cibernético cada vez más estratégico. La guerra ya no se libra solo con misiles, sino también con algoritmos, códigos maliciosos y sabotajes digitales que amplifican el impacto del conflicto en todos los niveles de la sociedad.