El derecho a la intimidad del ‘Gran Hermano’

​“El poder no concede nada sin previa reivindicación. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará. Los límites de los tiranos los fija la capacidad de aguante de aquellos a los que oprime» (Frederick Douglas en 1844)

​Esta semana nos han bombardeado los medios de comunicación con los mensajes que se intercambiaban el Gran Hermano y su mano derecha, la de aquel entonces, el defenestrado Ábalos.

De los mensajes, que, al menos los que nos han enseñado, no tienen ninguna relevancia judicial, podemos sacar varias conclusiones, pero dos fundamentales.

La primera es que nuestro Gran Hermano, Pedro Sánchez, es un déspota que deja muy por debajo a verdaderos tiranos como Franco, Fidel Castro, Hitler o Stalin. No tiene ningún escrúpulo, es un machista, misógino, soberbio y mentiroso compulsivo. Pero eso no nos cae de nuevo. Eso ya lo sabíamos todos. Incluso los que le votan.

La segunda conclusión que podemos sacar es que Pedro Sánchez y Ábalos estaban muy unidos, tanto que compartían las intimidades, los motes y los insultos, no ya a sus enemigos políticos, sino a sus propios compañeros, y eso me lleva a pensar, creo que como todo el mundo, que Pedro Sánchez sabía perfectamente, era conocedor de todos los trapicheos que ahora se le imputan a Ábalos, Koldo y sus secuaces.

Posiblemente se puedan sacar más conclusiones, pero me voy a centrar en la defensa que los propios miembros, miembras y miembros del Gobierno hacen de tamaña felonía. No les importa que su amado líder los despelleje en público. No les importa que nuestro Gran Hermano esté enterado de todos los trapicheos de Ábalos, su mano derecha, su confesor, su asesor. Lo único importante es que el derecho a la intimidad de nuestro amado líder ha sido invadida, violada, pisoteada por … ya veremos quién, porque si no se investiga, interpondrán las medidas legales oportunas.

Parece ser que la única persona o que el único grupo de personas que tiene derecho a que se respete su intimidad son los políticos que están en el gobierno. Y esa es precisamente la gran mentira. Los políticos son personas públicas, ni tienen derecho a la intimidad, o al menos no tienen tanto derecho a la intimidad como cualquier persona que no se dedique a la política, cualquier ciudadano de a pie.

Cuando te dedicas a la “vida pública” sabes que tu intimidad se queda a un lado. Te van a investigar, van seguir tus pasos, van a investigar a tu familia, a tus amigos, van a interrogar a tu primera novia del instituto y a tus profesores del colegio. Van a querer saber todo lo referente a tu vida, y contra más escabroso, más jugoso. Y si dejas tirado a tu mano derecha, lo abandonas a las hienas, pues entonces tienes que apechugar con lo que te toque.

​Tan solo tengo que recordar todos los audios que salieron durante los años que el Comisario Villarejo estuvo en prisión. La famosa frase de la que fue fiscal general del estado: “Información vaginal” o lo que dice su amante, el Ex Juez, “De esa copa solo bebo yo” (El que no lo entienda que estudie un poco).

O las conversaciones privadas que mi mujer mantuvo con su hermana o con su hija y que sirvieron para que Ernesto Ekaizer publicara su libro “Jake Mate” y se enriqueciera a costa de nuestra intimidad. Y mi mujer, su hermana o su hija no son personas públicas, somos ciudadanos de a pie.
​Tirando de hemeroteca, podemos llenar folios y folios de violaciones de la intimidad de las personas, sobre todo de las que han sido investigadas y su caso ha salido en los medios.

La única manera que tiene el Gobierno de parar la publicación de los mensajes intercambiados por estos dos personajes es intentar meter miedo en el cuerpo, pero creo que no lo van a conseguir y los mensajes seguirán saliendo y cada vez serán más jugosos, y sino al tiempo.

En caso contrario, si no salen los jugosos, y la cosa se para, sabremos que han llegado a un acuerdo con el Sr. Ábalos, que han ordenado a la fiscalía, la cual está a sus órdenes y a los jueces afines, a esos que ellos han colocado en los sillones más elevados que hagan lo que sea necesario para que la tostada se la coma la más fea o el tonto de turno, pero que la mano derecha del presidente quede impune y limpio su honor, algo que ya es bastante difícil.

Y así es como funcionaban las dictaduras, Todas. El Gran Hermano ordena y manda y sus súbditos obedecen o mueren. Hoy en día no se mata como antes, no se empala o se ahorca, pero la muerte social es casi peor. Te excluyen, te difaman y te lanzan a sus perros para que te devoren, (jueces y fiscales judicialmente y los medios afines socialmente).

Y hay que recordar que la extrema izquierda no es SUMAR o IU, la extrema izquierda la representa el socialismo y dentro de él la rama más dura cuya figura y representación la tenemos en la presidencia del gobierno.