Una investigación concluye que después de las 20 semanas de gestación, la presencia de otras condiciones médicas puede ocasionar un parto prematuro
Investigadores del Instituto de Biología de Sistemas en Providence (Estados Unidos), han publicado un estudio de gran relevancia para la comunidad médica. Difundido en Lancet eClinical Health, este trabajo revela matices significativos en el embarazo en mujeres con enfermedades autoinmunes..
El equipo de investigación examinó los registros médicos electrónicos de más de 365.000 personas embarazadas durante un período de 10 años, incluidos más de 5.700 pacientes que tenían al menos uno de 12 trastornos autoinmunes: psoriasis, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reumatoide, espondiloartritis, esclerosis múltiple, lupus eritematoso sistémico, artritis psoriásica, síndrome antifosfolípido, síndrome de Sjögren, vasculitis, sarcoidosis y esclerosis sistémica.
La compleja relación entre enfermedades autoinmunes
Los investigadores examinaron múltiples características del embarazo, así como las condiciones médicas, hipertensión y diabetes, en relación con el parto prematuro junto a otros resultados en pacientes con enfermedades autoinmunes. Descubrieron una relación compleja entre estas enfermedades y los resultados del embarazo.
Específicamente, encontraron que después de las 20 semanas de gestación, la presencia de otras condiciones médicas aumenta el riesgo de parto prematuro y otros problemas en pacientes con enfermedades autoinmunes, como lupus. Asimismo, las pacientes con artritis reumatoide o enfermedad inflamatoria intestinal, no mostraron un riesgo significativamente mayor de resultados adversos en el embarazo.
Riesgos asociados al embarazo en pacientes con enfermedades autoinmunes
“Una afirmación general de que ‘las enfermedades autoinmunes suponen un alto riesgo para el embarazo’ no es suficiente. Cada tipo de enfermedad autoinmune es diferente, cada persona tiene su propio historial médico y el riesgo puede cambiar a lo largo del embarazo. Este estudio destaca la importancia de tener en cuenta las comorbilidades”, afirma la profesora asociada del ISB, Jennifer Hadlock, quien dirigió el estudio.
“Fue inesperado ver que en el embarazo después de las 20 semanas de edad gestacional, la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal no se asociaban necesariamente con un mayor riesgo de parto prematuro. Esto plantea nuevas preguntas, sobre las interconexiones entre las comorbilidades y las enfermedades autoinmunes” destacó.
Estos resultados pueden ayudar a remodelar los debates sobre las enfermedades autoinmunes y el embarazo, y aportar una nueva perspectiva a un área de investigación tradicionalmente poco estudiada, según concluye el trabajo.