El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido archivar la investigación abierta al juez Adolfo Carretero por su interrogatorio a Elisa Mouliaá en el marco del caso de presunta agresión sexual contra Íñigo Errejón, que generó más de 900 quejas y denuncias. La medida se tomó tras la revisión completa del vídeo del interrogatorio, que había sido filtrado parcialmente y generó críticas mediáticas y sociales.
Según el CGPJ, Carretero «dirigió la declaración sin cometer ninguna infracción disciplinaria, aun cuando empleara términos o expresiones que resultan incómodos o formulara preguntas dirigidas a contrastar la veracidad de la versión mantenida por la declarante». Además, se señaló que «la visión descontextualizada de tan solo una parte de la grabación ofrece una realidad inexacta o distorsionada, que no se corresponde con la que se constata una vez visionada en su integridad».
En el vídeo filtrado, el juez realizó preguntas sobre los hechos denunciados por Mouliaá, como «para qué se sacó el miembro viril» de Errejón, o si la denuncia se debía a que él se hubiese reído de ella. La comisión permanente del CGPJ subraya que el magistrado formuló sus preguntas de manera cronológica y «valiéndose de determinados términos literales recogidos en el escrito de denuncia, lo que explica el uso de determinado vocabulario».
El CGPJ también recordó que el juez advirtió a la declarante sobre la posible incomodidad de algunas preguntas, y que ni su abogado ni el Ministerio Fiscal presentaron quejas durante la declaración. La propia Mouliaá tampoco interpuso denuncia contra Carretero. Además, el promotor de la investigación señaló que la rigurosidad del interrogatorio podía ser útil para evaluar la solidez de la denuncia, siempre respetando la presunción de inocencia del acusado.
Finalmente, el archivo de las diligencias se produce tras una solicitud de amparo del juez Carretero, rechazada previamente por el CGPJ el 2 de octubre, que determinó que los reproches recibidos no afectan a la independencia judicial ni la ponen en riesgo, según fuentes jurídicas. De esta forma, el magistrado queda exento de responsabilidades disciplinarias en relación con el polémico interrogatorio.