Hoy: 23 de noviembre de 2024
El deporte adaptado será el centro de atención entre este miércoles 28 de agosto y el 8 de septiembre, con la celebración de la 16ª edición de los Juegos Paralímpicos en París. En esta ocasión, el equipo español aspira a superar sus logros anteriores y competir al más alto nivel junto a las potencias mundiales.
La capital francesa vuelve a ser el epicentro de la actividad deportiva 17 días después de que apagase la llama olímpica y ahora encenderá una nueva. Entonces, albergó por tercera ocasión en su historia los Juegos Olímpicos, mientras que ahora, en cambio, se estrenará en acoger los Juegos Paralímpicos, un evento que espera mostrar toda la fortaleza y crecimiento del Movimiento Paralímpico en la actualidad.
Un total de 168 delegaciones, 167 países y el Equipo de Refugiados, marcarán una cifra récord en la historia del paralimpismo, cuatro más que hace tres años en Tokio y 33 más que hace dos décadas en Atenas, y 165 países o territorios retransmitirán el evento, una prueba evidente de la buena salud y del interés cada vez mayor que suscita el deporte paralímpico y para personas con discapacidad.
Cerca de 4.400 deportistas, con récord de participación femenina (1.983), se repartirán por la geografía parisina y, como ya sucediera hace unas semanas por lugares emblemáticos e icónicos como la Torre Eiffel, el Grand Palais, Versalles o Roland Garros, en busca de alcanzar la gloria paralímpica en algunos de los 22 deportes, donde no hay novedades respecto a Tokyo 2020.
Sin embargo, la mayor y mejor noticia es que ocho años después de Río 2016, y seis contando los Juegos de Invierno de Pyeongchang, Corea del Sur, sus protagonistas podrán volver a sentir el siempre vital aliento del público. Más de dos millones de entradas vendidas parecen asegurar, además del éxito, ese plus a la hora de pelear por las medallas que no se pudieron tener en la capital japonesa por culpa de la pandemia.
Allí, tras un ciclo más largo por el aplazamiento y pese a las duras restricciones sufridas, el deporte paralímpico español fue capaz de brillar y superar los resultados conseguidos en 2016. Los deportistas nacionales se marcharon de Tokio con 36 medallas (9 de oro, 15 de plata y 12 de bronce), cinco más que en Río de Janeiro. Una ligera subida que compensó la paulatina bajada sufrida en el medallero desde 2004 y que mantuvo a España en el Top 15 de un medallero cada vez más caro por la aparición de nuevos países y una mayor profesionalización.
Ahora, los 150 deportistas españoles, 53 mujeres y 97 hombres, que forman el equipo, 11 de ellos de apoyo, ansían a seguir codeándose con los mejores y defender su actual posición en el deporte paralímpico. Lo hará apoyado sobre todo en la locomotora que es la natación, el deporte donde es más potente y que le nutre de más metales, con 14 en la pasada edición.
Ahí tiene figuras reconocidas como la laureada Teresa Perales, que ha bajado de la clase S5 a la S2 ya que sólo puede nadar con un brazo y que busca en sus séptimos Juegos aumentar su medallero personal de 27 metales, Marta Fernández, gran protagonista en Tokyo 2020 con sus tres preseas, la que más de toda la delegación, Sarai Gascón, Nuria Marquès, Toni Ponce, Íñigo Llopis o la joven de 16 años Anastasiya Dmitriv.
La piscina será protagonista y buscará la ayuda de otros deportes como el atletismo, que acude con campeones paralímpicos como Adiaratou Iglesias y Kim López, el ciclismo, que se agarra al gran momento de forma de Ricardo Ten y a dos oros en Tokio como Alfonso Cabello y Sergio Garrote, o un triatlón que se puso el listón muy alto en la capital japonesa y que añade armas nuevas como Dani Molina, Andrea Miguélez o Marta Francés a la conocida de Susana Rodríguez.
El judo, el tenis de mesa y el tiro fueron los otros tres deportes que aportaron al medallero hace tres años y se espera que repitan en esta ocasión en una cita donde puede haber opciones en el piragüismo, el tenis en silla o el taekwondo y donde la única representación por equipos será la de las dos selecciones de baloncesto, con la masculina de nuevo reforzada para aspirar a meterse de nuevo en la pelea por las medallas y acompañar a la histórica plata de 2016, y la femenina en paulatino crecimiento competitivo tras ser bronce continental en los dos últimos Europeos.
España sólo faltará en París 2024 en el voleibol sentado, el fútbol-5 para ciegos, el rugby en silla, el bádminton, el goalball y la hípica, mientras que volverá a tener representación, 12 años después, en la esgrima en silla con Judith Rodríguez, y en la boccia, ausente en Tokio.
Un equipo en el que José Manuel Ruiz hará historia como el primer deportista español con discapacidad en disputar ocho Juegos y en el que la judoca Marta Arce, triple medallista paralímpica, y el jugador de tenis de mesa Álvaro Valera, que tiene seis metales paralímpicos, abanderarán desde este miércoles sus sueños en una Ceremonia de Inauguración.
Esta será tan novedosa como la del pasado 26 de julio en los Juegos Olímpicos, aunque no discurrirá por el río Sena sino que los deportistas desfilarán por los Campos Elíseos y acabarán en la icónica y simbólica Plaza de la Concordia ante miles de espectadores.
“Aunque la apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024 será la primera de este tipo, su concepto monumental y popular es, para mí, ante todo, una magnífica fuente de inspiración. Será un espectáculo que mostrará a los atletas paralímpicos y los valores que ellos representan, que unirá a espectadores y telespectadores de todo el mundo en torno al espíritu único de los Juegos Paralímpicos”, advierte Thomas Jolly, Director Artístico de las Ceremonias de París 2024.