La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) aconseja llevar a cabo un ejercicio físico progresivo tras el verano para prevenir lesiones musculoesqueléticas, según informa EP.
La SERMEF ha recordado que, tras las vacaciones de verano y con el regreso a la rutina, retomar la actividad física con demasiada intensidad conlleva un alto riesgo de lesiones en músculos, huesos, tejidos y tendones.
“Las lesiones más comunes que pueden surgir incluyen contracturas o microrroturas musculares, tendinitis en los tendones y esguinces articulares, generalmente de grado leve”, advierten desde la sociedad.
De este modo, aconseja que no se debe pasar de 0 a 100 en la vuelta al gimnasio o si se va a empezar a realizar un tipo de ejercicio físico. “Es muy común que en esta época del año, en septiembre, muchas personas comiencen a realizar una actividad física o retomen su rutina deportiva”, destacan.
En este sentido, la SERMEF propone establecer objetivos realistas. Comenzar con objetivos pequeños, como caminar durante 20 minutos tres veces a la semana, y gradualmente aumentar la intensidad y la duración de los ejercicios.
La sociedad asegura que no hay que olvidar hidratarse durante esta época del año. “Todavía hay altas temperaturas, por lo que debemos evitar las horas de más calor e hidratarnos adecuadamente para prevenir, entre otras patologías, el golpe de calor”, indica.
La Sociedad tampoco recomienda forzar. Por ello, señala que hay que diferenciar bien entre la sensación de hacer una repetición más y el dolor en el músculo, tendón o articulación, la sensación de fatiga generalizada, taquicardia o sensación de falta de aire.
“Para obtener resultados, el deporte debe ser progresivo, aumentando la intensidad, repeticiones y duración, pero no debe confundirse con sufrimiento. Es mejor estar activos cada día, con un paseo diario, que enfocar todos los esfuerzos en hacer actividad física una o dos veces a la semana”, explican desde la SERMEF.
Asimismo, asegura que el ejercicio físico se debe adaptar a las preferencias y gustos de cada persona, dado que lo más importante es la adherencia al ejercicio. Para una persona sedentaria o con patología asociada, lo mejor es ser constante y moderado. Lo que perjudica es el sedentarismo.
Por último, la Sociedad aconseja contar con un profesional de la salud, ya que puede ofrecer una evaluación completa y guiar sobre las actividades más adecuadas para cada condición actual ante las dudas para retomar una actividad física o iniciarse en alguna.