El BBVA ha decidido seguir adelante con su oferta pública de adquisición sobre Banco Sabadell. La entidad vasca quiere que los accionistas del banco catalán voten en septiembre si aceptan el canje de acciones. Así lo ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En las últimas semanas había dudas. El mercado se preguntaba si BBVA retiraría su propuesta. No lo hará. Tampoco mejorará la oferta. Hoy, con la ecuación de canje actual, los accionistas de Sabadell perderían cerca de un 6% de valor.
Carlos Torres, presidente de BBVA, mantiene que la operación tiene sentido estratégico. El banco asegura que, a principios de septiembre, espera la aprobación del folleto de la OPA. Cinco días después se abrirá el periodo de aceptación, que puede durar entre 30 y 70 días. La fecha inicial para publicar el folleto era finales de julio, pero se retrasó para incluir los resultados semestrales y las decisiones de las juntas.
La decisión llega justo después de que Sabadell aprobara vender su filial británica, TSB, al Santander y repartir un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros cuando se cierre esa operación. Un movimiento que refuerza su posición antes de la OPA. Según ha publicado 20 minutos, este movimiento refuerza la posición de Sabadell antes de la OPA, preparándose para afrontar la oferta de BBVA con mayor solidez.
En la presentación de resultados, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, insistió en que el foco está en crear valor. “Invertimos capital solo si tiene sentido”, afirmó. El banco está revisando las sinergias de costes que podría alcanzar si la operación prospera. Calcula que muchas de ellas serían posibles incluso sin fusión total, aunque el Gobierno exige mantener ambas marcas independientes durante varios años.
Desde Sabadell, su consejero delegado, César González-Bueno, reclama claridad. Quiere que el folleto de la OPA detalle si los accionistas recibirán el 25% del valor en dividendos y recompras, y si esa cifra alcanzará el 40% en 2027. Sin esa información, asegura, la propuesta no es comparable.
El documento final también incluirá los riesgos. Uno de ellos es que, si la fusión no se materializa por cualquier motivo, gran parte de los beneficios esperados, incluidos ahorros y mejoras operativas, podrían no cumplirse.
La OPA lleva sobre la mesa quince meses y enfrenta un contexto complejo. A día de hoy, la prima es negativa. Con la cotización actual, un accionista de Sabadell recibiría menos valor que manteniendo sus acciones. Aun así, BBVA no se aparta. Confía en que los accionistas valoren su propuesta cuando llegue el momento.