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¿El Santo Grial está en América?

América precolombina. | FI

Los templarios fueron la orden militar, política y religiosa más importante en la historia. No sólo contaban con la mayor flota en tiempos medievales, sino que controlaban grandes extensiones de tierras y eran dueños de numerosos castillos, fortalezas y palacios.

Supieron crear una logística única que les permitió inventar la banca y financiar a reyes y papas, además adelantarse a otras fuerzas en el manejo y conocimiento de la geografía, especialmente eran poseedores de los primeros mapas de rutas oceánicas.

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¿Pero cómo lograron tantas riquezas y tanto poder?

La leyenda dice que casi tres siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón a América, hubo una flota de caballeros templarios que siguieron una vieja ruta trazada y navegada por los vikingos y por los polinesios, y que esa ruta les permitió llegar al nuevo continente.

Una vez establecidos, se presume que fueron comerciando con distintas tribus y llevando de forma secreta cofres de oro y plata que les permitieron levantar un imperio en menos de un siglo.

Sea cierto o no, al menos hay indicios, que arribaron a las costas de la actual Canadá en América del Norte.

Esto explicaría porque hay numerosos relatos de pueblos originarios que describen con lujos y detalles la llegada desde el mar de hombres blancos y barbudos cientos de años antes que la llegada de Colón a una isla de las Bahamas. Incluso, hay quienes afirman que Colón sabía de la excursión templaria al nuevo mundo y por eso, navegó con la cruz roja -el símbolo templario- pintada en las velas de sus carabelas. Eso también explica por qué los españoles fueron bien recibidos y no fueron expulsados por los nativos.

Muchas teorías han surgido en torno a los misteriosos Caballeros Templarios, pero la historia oficial señala que la noche del 13 de octubre de 1307, el rey francés Felipe IV (quien estaba endeudado con la orden) los acusó de herejía y ordenó sus detenciones, sus encarcelamientos y posterior, ejecuciones.

Más de 15.000 templarios fueron arrestados y el Gran Maestre, Jacques de Molay, fue torturado y quemado vivo en París, frente a la catedral Notre dame.

Cuando empezó la persecución muchos miembros de la orden se escondieron y otros se prepararon para dejar Europa. Cargaron sus tesoros en 18 buques y partieron desde el puerto francés de La Rochelle. Desde entonces, no hay registro oficial sobre el destino de la flota, solo se sabe que saltaron al océano Atlántico y que por la posición del puerto que zarparon podían haber tomado para África, Sudamérica, o para la Terra nova, actual Canadá.

Una teoría asegura que emprendieron un largo viaje por Escocia, Portugal y la isla de Sicilia, en Italia, para luego embarcarse hacia América. Además, los investigadores que estudiaron a los templarios aseguran que se llevaron consigo algunas de las reliquias que protegía la Orden del Temple y las escondieron en algún sitio ubicado en la geografía americana.

A los templarios se les atribuye la función de guardianes del Templo de Salomón (de ahí su nombre) y se presume que cuidaban el Arca de la Alianza y el cáliz del que Jesucristo bebió en la última cena y donde José de Arimatea recogió su sangre tras la crucifixión, más conocido como el Santo Grial.

Precisamente, se cree que éste último le fue encomendado a un caballero (o varios de ellos), conocido como Parsifal, quien lo trasladó desde América Central hasta algún lugar de la actual Argentina, pasando previamente por lo que hoy es Paraguay.

Los indicios que sustentan la hipótesis que el Santo Grial está en Argentina son una extraña estatuilla encontrada por el explorador inglés Fawcett en Brasil (con atuendo medieval), las pictografías del Cerro Colorado en Paraguay, y un supuesto asentamiento conocido como “El Fuerte”, en la provincia de Río Negro, en la región patagónica, donde aún está vigente la leyenda que señala que hubo expediciones hacia “El Fuerte” argentino, ubicado en el Golfo de San Matías.

Los grupos que exploraban las tierras patagónicas iban detrás del oro y la plata para comerciarlo en los centros financieros de esa época, principalmente, Amberes. Así Ni un científico aún pudo determinar qué origen tenían estos expedicionarios que llegaron hasta la Patagonia y ese misterio aporta otra especulación, que tal vez, hayan sido templarios que escondieron en las tierras heladas el Santo Grial.

Una de las fuentes más consultada por los periodistas que han escrito sobre el destino de las joyas de los templarios son las investigaciones del historiador José Antonio Hurtado, quien asevera que la ruta de los templarios fue utilizada por Colón que tuvo acceso a los archivos náuticos templarios de Calatrava, la misma que utilizaban los portugueses.

Hurtado asegura que la ruta de los templarios era denominada con las letras T y D, que significaba la casa Templaría de Jerusalén ‘’Templum Domini’’, y fueron dibujadas en un mapa 200 años antes que Colón llegase a América.

La Orden tenía una numerosa flota y dominaba varios puertos, en el de La Rochelle, en Normandía, sobre la costa Atlántica recibían barcos vikingos provenientes de Sudamérica donde se encontraron distintos pergaminos con el sello ‘’Secretum Templi’’ con descripciones sobre rutas comerciales secretas que utilizaban y habría una conexión con Sudamérica.

Posible localización

De las tres ciudades que podrían haber fundado los templarios en Argentina, después de El Fuerte de la Patagonia, estaría en importancia la que supuestamente se encuentra en las sierras de Córdoba, en la localidad de Capilla del Monte, al pie del mítico cerro Uritorco.

Durante muchos años, con seguidores y detractores, esta fue la hipótesis que defendió titular de la cátedra de Derechos y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, Guillermo Terrera, quien vinculó la historia de Parsifal con el carácter religioso que los pueblos originarios, comechingones y camiares le dieron al cerro, también famoso por relatos extraordinarios de extraños fenómenos como avistamientos y ciudades subterráneas. Su cumbre es la máxima elevación de la Sierras Chicas, con algo más de 1900 metros y también conocido, antiguamente, como Viarava.

Actualmente, es es considerado uno de los centros energéticos más importantes del país, al que se le atribuyen bondades místicas y curativas.

A lo largo de la historia, la leyenda fue creciendo y el Santo Grial fue objeto de numerosas investigaciones.

En Capilla del Monte, también se levantó una iglesia a con una planta octogonal, baldosas colocadas en ocho pequeños círculos y un rosetón. Sin lugar a dudas, una construcción templaria.

Camino al cerro, investigadores constataron la existencia de pinturas rupestres coloreadas de blanco, rojo y negro, coincidentes con los del Temple.

Conquistadores españoles, masones, nazis y hasta el ficticio Indiana Jones, fueron algunos de los interesados en dar con la reliquia sagrada, que hasta ahora continúa siendo un misterio.

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