Víctor González ha detallado que la presencia de unos mares extraordinariamente cálidos implica que las tormentas contarán con energía adicional
El portavoz de Meteored, Víctor González, no descarta la posibilidad de algún descuelgue que dé lugar a alguna pequeña DANA en la Península durante la segunda quincena de agosto y ha incidido en que las altas temperaturas registradas en el mar pueden potenciar las precipitaciones.
Al margen de ello, espera que la segunda mitad de agosto sea muy cálida de forma bastante generalizada en toda la Península, según el modelo de referencia de Meteored. Concretamente, las temperaturas se situarán entre 1 y 3 ºC por encima de los valores medios de la época en gran parte del país, aunque serán más moderadas en puntos del norte y en ambos archipiélagos.
Concretamente, ha recordado que se han registrado anomalías extraordinarias en la temperatura superficial del mar, tanto en lo que concierne al Atlántico como al Mediterráneo. De hecho, ha incidido en que en las zonas próximas a la Península superan los 3ºC.
En líneas generales, González ha detallado que la presencia de unos mares extraordinariamente cálidos implica que las tormentas contarán con mucha energía adicional y cualquier pequeña vaguada o DANA es susceptible de desencadenar un episodio de tormentas adverso como ya ha sucedido en los últimos días en el este peninsular y Baleares, al menos hasta que esas anomalías se moderen.
Por lo demás, ha detallado que, como es habitual en esta época del año, las precipitaciones no serán uniformes, sino que dependerán de los chubascos convectivos que se vayan desarrollando. Así, serán más habituales cuanto más al norte y este de la Península. Aún así, los mapas contemplan una segunda quincena de agosto algo más seca de lo normal para las fechas, aunque sin destacar especialmente por su escasez.
En lo que respecta a los termómetros, el portavoz de Meteored ha explicado que las mínimas subirán en zonas costeras como consecuencia de estos mares tan cálidos y que se registrará una pérdida de eficiencia al moderar las temperaturas de las masas de aire procedentes del sur, lo que permitirá que lleguen mucho más cálidas a la Península.
A su vez, ha destacado que las brisas marinas que se generan a últimas horas del día por efecto de la baja térmica en la Península, tampoco serán tan eficaces a la hora de desalojar el aire cálido del interior.
Agosto y septiembre, con tormentas
Otro de los portavoces del portal meteorológico, Duncan Wingen, ha recordado que, según un estudio de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de 2017, los dos meses con mayor actividad tormentosa en España son agosto y septiembre. Según ha explicado, esto se debe al calor y a la disponibilidad de humedad en capas bajas.
En este sentido, el experto ha hecho hincapié en la fuerte insolación diurna propia del verano, “esencial” para iniciar corrientes de aire ascendentes que dan lugar a tormentas. Tal y como ha detallado, las masas de aire cálido pueden contener, por naturaleza, más humedad que las frías, por lo que en verano la disponibilidad de humedad es mayor en zonas mediterráneas.
De esta manera, con una troposfera inferior muy cálida y húmeda, cualquier entrada fría, por pequeña que sea, puede disparar tormentas, especialmente en zonas montañosas del nordeste. Por ello, Wingen ha incidido en que es habitual que en verano entren sucesivas ondas o vaguadas por el norte peninsular, donde la influencia de la dorsal es menor: el contraste vertical de temperatura (frío arriba y calor abajo) es esencial para que se produzcan tormentas.