La votación se salda con un contundente resultado de 204 votos a favor frente a 85 en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos
El Parlamento de Corea del Sur ha aprobado este sábado la moción de destitución contra el presidente del país, Yoon Suk Yeol, en un hecho que marca un hito en la historia política del país asiático. La decisión ha sido tomada tras la controvertida declaración de la ley marcial por parte del mandatario, una medida que, aunque fue revocada pocas horas después, desató una crisis interna sin precedentes.
La votación se ha saldado con un contundente resultado de 204 votos a favor de cesar a Yoon, frente a 85 en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos, según datos proporcionados por la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Este resultado ha superado el umbral mínimo requerido de 200 votos, evidenciando un amplio consenso entre los diputados de la Asamblea Nacional para poner fin al mandato del presidente.
Una segunda moción en una semana
Esta es la segunda ocasión en menos de siete días en la que se somete a votación una moción de destitución contra Yoon Suk Yeol. La primera, que tuvo lugar el pasado sábado, no logró reunir los apoyos suficientes debido al rechazo del gubernamental Partido del Poder Popular, que cuenta con 108 diputados. Sin embargo, en esta segunda votación, el clima político ha dado un giro significativo, reflejando el aumento de las tensiones y la presión dentro del propio Parlamento.
Para que la medida pudiera ser aprobada, era necesario el respaldo de al menos 200 de los 300 diputados que conforman el Parlamento, siempre que estuviera presente más de la mitad de los parlamentarios. En esta ocasión, la moción ha superado con creces este umbral, subrayando el debilitamiento del apoyo político al presidente incluso entre algunos de sus antiguos aliados.
La declaración de la ley marcial por parte de Yoon Suk Yeol, una medida extraordinaria destinada a manejar crisis graves, ha generado una fuerte reacción de rechazo entre la ciudadanía y los partidos de la oposición, quienes han acusado al mandatario de haber puesto en riesgo los fundamentos democráticos del país. Aunque la medida fue anulada pocas horas después, el daño político ya estaba hecho, provocando que el Parlamento avanzara con rapidez para tomar medidas decisivas.
Antecedentes en la destitución
La destitución de un presidente es un proceso excepcional en Corea del Sur, pero no sin precedentes. Este evento recuerda la destitución de la expresidenta Park Geun-hye en 2017, un momento crucial que también estuvo marcado por intensas protestas y divisiones políticas. Ahora, el país enfrenta nuevamente una etapa de incertidumbre mientras se prepara para reorganizar su liderazgo político y restaurar la confianza en sus instituciones democráticas.
Esta situación pone en evidencia las profundas divisiones políticas que atraviesan Corea del Sur y subraya los desafíos que enfrenta el país para mantener la estabilidad en un contexto de alta polarización y crisis institucional.