El Papa León XIV emprende este jueves 27 de noviembre su primer viaje institucional al extranjero. La visita se extenderá hasta el 2 de diciembre e incluirá Turquía y Líbano. Según el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, los ejes principales del viaje son tres: ecumenismo, paz y la situación de los cristianos en los países que visitará.
Este viaje es, en gran medida, un legado de su predecesor, el Papa Francisco. Él había querido celebrar el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea en Turquía y también deseaba visitar el Líbano. León XIV continúa esa misión. Su agenda incluye encuentros con presidentes, líderes religiosos y comunidades cristianas locales.
En Turquía, el Papa se reunirá con el presidente Recep Tayyip Erdogan en Ankara y luego volará a Estambul, donde visitará la Mezquita Azul, un símbolo de la historia y la convivencia religiosa del país. También celebrará un servicio de oración ecuménico en Iznik, la antigua Nicea, y se encontrará con obispos y agentes pastorales en la Catedral del Espíritu Santo. La agenda contempla visitas a residencias de ancianos, iglesias históricas y encuentros con líderes ecuménicos. El objetivo es fortalecer los lazos entre distintas comunidades cristianas y promover el diálogo interreligioso.
El sábado 30 de noviembre, el Papa se trasladará a Beirut. Allí se encontrará con el presidente Joseph Aoun, el primer ministro y otros líderes políticos. Durante su estancia, recorrerá lugares emblemáticos y sagrados. Entre ellos, el Monasterio de San Marún en Annaya y el Santuario de Nuestra Señora del Líbano en Harissa, según Europa Press.
El Pontífice participará en encuentros interreligiosos y celebraciones con jóvenes, fomentando el diálogo y la convivencia. Uno de los momentos más emotivos será su visita al lugar de la explosión del puerto de Beirut en 2020. Allí rezará en silencio por las víctimas, ofreciendo un mensaje de consuelo y esperanza. También visitará hospitales, recordando la labor de quienes cuidan de los más vulnerables.
El viaje concluirá con una misa en el paseo marítimo de Beirut antes de regresar a Roma. Esta gira refleja no solo un compromiso espiritual, sino también un esfuerzo por unir a comunidades diversas y enviar un mensaje de paz a una región marcada por conflictos y desafíos históricos. León XIV combina gestos simbólicos con encuentros humanos, dejando claro que su misión es cercana y tangible.