Se trata de un avance científico sin precedentes: la empresa de biotecnología Colossal Biosciences ha anunciado el nacimiento de tres ejemplares del lobo terrible (Aenocyon dirus), una especie extinta desde hace más de 12.000 años.
Los cachorros, que ya pesan 36 kilos y miden más de 1.20 metros de largo a sus seis meses de edad, podrían alcanzar hasta 68 kilos y 1.80 metros en edad adulta.
El anuncio, difundido a través de la red social X, antes llamada Twitter, ha causado muchas reacciones en redes, donde usuarios expresaron su asombro, preocupación y escepticismo.
Los tres lobos, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, fueron creados mediante técnicas avanzadas de edición genética y clonación, según la información que ha publicado el Grupo Megamedia en Diario de Yucatán.
A partir de ADN fósil extraído de restos hallados en América del Norte y Sudamérica, los científicos identificaron 20 diferencias claves en 14 genes del lobo gris, su pariente más cercano, para replicar características propias del lobo terrible: un tamaño un 20% mayor, pelaje blanco, mandíbulas robustas y una complexión musculosa. Los embriones modificados fueron implantados en perras comunes, que lograron gestar con éxito a los tres cachorros, añade ese medio.
El anuncio de Colossal ha reabierto el debate sobre los límites éticos de la biotecnología y el verdadero impacto de la “desextinción”.
Actualmente, los animales se encuentran en una reserva no revelada en Estados Unidos, protegidos del escrutinio público.
Aunque el logro ha sido presentado como un avance histórico, Colossal no ha publicado hasta el momento estudios revisados por pares ni detalles técnicos que permitan verificar la validez del hecho.
La empresa, con sede en Dallas y cofundada por el reconocido genetista George Church, ha declarado que su objetivo es “revivir” especies desaparecidas, como el mamut lanudo, el Tigre de Tasmania e incluso el Dodo, así como aplicar la tecnología CRISPR para conservar especies actuales en peligro, como el lobo rojo.