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El Gobierno de Milei despilfarra en tiempo récord su credibilidad y su respaldo popular

Javier Milei. | Fuente: Europa Press.

Tras el paro en su contra, el presidente argentino apura las negociaciones por la Ley Ómnibus rechazada

El gobierno de Javier Milei recibió el pasado miércoles el golpe más duro a su breve gestión de menos de 60 días. Milei obtuvo el récord histórico en las democracias de Occidente: Que un gobierno elegido en las urnas
despilfarre en tan poco tiempo su credibilidad y su respaldo popular.

El repudio de la mayoría de los argentinos que salió a las calles en cada ciudad, en cada pueblecito del territorio nacional en la tarde del miércoles, se hizo sentir hasta fuera del país, otro logro mileísta que no era visto desde la época de la dictadura militar.

En diferentes países de América Latina y de Europa también hubo manifestaciones en repudio a Milei, y respuestas de líderes regionales, porque desde que el presidente argentino habló en el Foro Económico Mundial de Davos, internacionalizó su irracionalidad y su no adherencia al sistema democrático, y lo hizo en un momento inoportuno. El planeta no goza de buena salud.

El paro general en Argentina se dio en medio del tratamiento del pretendido decreto (DNU) que quiso ser impuesto sin control, y que mutara la ley Ómnibus para ser discutida en el Congreso de la Nación.
Básicamente, Milei pretende con esa norma obtener la suma del Poder; es decir, emulando al peruano Alberto Fujimori de los años 90 cuando el hoy ex presidente del Perú había dejado a los poderes de la República
virtualmente inactivos y azotó a su país a una democracia sin resortes representativos, y desnaturalizada.

A horas de la contundente movilización en Buenos Aires parece que la agenda del gobierno se centra en negociar lo que pueda para que la ley sea aprobada por los diputados que en su conjunto no quiere ser cómplice del desmenuzamiento de un país que tiene mucho para ofrecer.

En ese ámbito, los funcionarios de la jefatura de gobierno encabezado por José Rolandi trabaja desde el despacho de la presidencia de la Cámara de Diputados para tener más cerca los congresales denominados dialoguistas que son los que pueden negociar y darle los votos necesarios para su aprobación.

Estos diputados tienen varios intereses personales, sectoriales y hasta políticos para ser permeables hacia algún arreglo.Muy cerca de Rolandi, está pendiente de los movimientos el propio Milei junto a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.

El primero en pasar por las oficinas de Menem para hablar con Rolandi fue un grupo de radicales, (opositores) encabezado por el ex diputado y actual secretario parlamentario Alejandro Cacace. Junto al lobbista ingresaron a la presidencia de la Cámara las diputadas Danya Tavela, Roxana Reyes,
Soledad Carrizo, Lisandro Nieri y Pamela Varesay.

Los legisladores de la oposición acostumbrados a negociar políticamente y dentro de los esquemas del diálogo democrático y que acuden al llamado del gobierno mostraron cansancio casi hartazgo. “Uno se cansa de repetir que no va a votar ciertas cosas, y siguen insistiendo”, explicó la cordobesa Soledad Carrizo.

La oposición no está acostumbrada a la falta de códigos parlamentarios.

La discusión, los debates y el consenso en los parlamentos se basan en la confianza y en la buena fe de lo que se acuerda, en todos los Congresos del mundo; sin embargo, los diputados autodenominados libertarios argentinos que integran la banca de La Libertad Avanza entienden que están reunidos en un directorio de empresa, y en ese desencuentro cultural ideológico se dan los problemas más serios.

La oposición repite y repite y se agarra la cabeza: por qué  cada vez que obtienen un cambio aparece una nueva modificación de parte de ellos. “Nos dicen que sí, que aceptan retirar un artículo o modificarlo, nos envían el documento y, o no cambió o no lo sacaron”.

Los libertarios aún no comprenden que de esos bloques tienen que salir los votos que necesitan para aprobar la ley. Pueden servir tanto para aprobar o para hacer caer artículos en el recinto. 

Los ejes centrales del proyecto, que son los económicos y por los que el ministro de Economía Luis Caputo aseguró que si no se aprueban el ajuste a las provincias va a ser mayor, el Gobierno no cuenta con los votos necesarios para las reformas jubilatorias ni para el aumento de las retenciones, y es una afirmación contundente de los legisladores.

La negociación quedó en que en los próximos días la Libertad Avanza entregará un menú de cambios que tendrá la ley en la sesión que, por ahora, está prevista, aunque con muchas dudas, que tendrá lugar el próximo martes. En esa sesión prevista, fue elegido el diputado Gabriel Bornoroni como referente mileista para leer las modificaciones de los artículos una vez que se acuerden tras su discusión en particular.

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