A eso que llaman ‘las redes’ es en realidad como una caja de Pandora, ese recipiente mítico de la mitología griega que contiene todos los males del mundo, y quizás por eso la traducción que podemos hacer es la de una caja de bombas. Hoy cualquier desliz, patinazo, metedura de pata, comentario desafortunado, trabalenguas, descuido, interpretación equivocada, mentira, desahogo, tropelía, decisión equivocada, engaño… y así podríamos seguir hasta el aburrimiento, acaban convertidos en lo que se conoce como memes, que en la Wikipedia que todo lo sabe se describe como el uso que interpreta una idea, concepto, situación, expresión o pensamiento manifestado en cualquier tipo de medio virtual y creaciones multimedias, que puede provocar gracia o sensaciones similares y se replica a través de internet de persona a persona hasta alcanzar una amplia difusión.
Es decir, que si uno la ‘caga’, dicho en argot popular callejero, acaba convertido en meme que recorre el mundo a la velocidad del sonido vía internet y se convierte en hazmerreír y víctima de la ironía y la sátira. He visto muchos memes de casi todo con protagonistas del espectáculo y, con frecuencia, de la política. Reconozco que muchos tienen gracia. Otros están cerca del escarnio por su crueldad y en la línea roja que traspasa el buen gusto y la legalidad. En general son creativos y derrochan imaginación y, sobre todo, demuestran que hay gente que tiene mucho tiempo libre porque las creaciones multimedias requieren dedicarle un buen rato para pensarlas y hacerlas realidad.
Uno de los últimos nació creo que de unas declaraciones de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso (no sé si idea suya o inducida) cuando se refirió en rueda de prensa al presidente del gobierno socialista, Pedro Sánchez, como ‘el galgo de Paiporta’. Irremediablemente la mente construye la imagen de Pedro Sánchez al trote para abandonar el pueblo destruido por la dana cuando los vecinos le increpaban.
Lo ocurrido entonces cuando el gentío arrojó barro e intentó agredir al líder socialista no es admisible. La violencia nunca y bajo ningún concepto. Otra cosa es si Pedro Sánchez debió aguantar y hacer frente con valentía como sí hizo el Rey don Felipe. De lo contrario puede ocurrir que se acabe convertido en apodo y carne de meme.
El problema es que desde entonces no me he podido quitar esa imagen de la cabeza. ¡Malditos memes!
los perros tienen más dignidad que pedro el galgo.
El perro de Sánchez es el mismo. los galgos no abandonan nunca al amo.