Hoy: 24 de noviembre de 2024
Ana Duato se enfrenta a una situación complicada en el juicio por el Caso Nummaria. Según ha declarado el fiscal anticorrupción Tomás Herranz este miércoles en la Audiencia Nacional, la actriz habría tenido “la voluntad de no declarar sus verdaderos ingresos” con el fin de defraudar a Hacienda. Herranz ha solicitado para ella una condena de 16 años de prisión, argumentando que Duato actuó deliberadamente para ocultar parte de sus ingresos.
El fiscal ha señalado que, desde el momento en que la actriz, conocida por su papel en la serie Cuéntame, acudió al despacho de asesoría fiscal del principal acusado, Fernando Peña, su intención era evitar declarar todo lo que debía. Antes de su implicación con Nummaria, Duato tributaba el 43% de sus ingresos, pero, tras recibir el asesoramiento del despacho, empezó a pagar solo el 25%. Herranz ha subrayado que este cambio no tiene otra explicación más que “un claro designio de fraude”.
El argumento del fiscal se basa en que Duato habría buscado un “enriquecimiento injusto” al simular la cesión de derechos de imagen, una operación ficticia que le permitió evadir impuestos. Según Herranz, esta maniobra deja en evidencia una conducta dolosa por parte de la actriz, cuyo objetivo habría sido dejar de ingresar parte de la deuda tributaria a Hacienda.
Durante el juicio, Herranz también ha señalado que Fernando Peña, propietario del despacho Nummaria, era quien dirigía y controlaba toda la estructura fraudulenta. Ha explicado que los clientes, al acudir a ese despacho, no lo hacían para cumplir con sus obligaciones fiscales, sino para recibir instrucciones sobre cómo evitar el pago de impuestos.
El esquema diseñado por Peña, según el fiscal, incluía la creación de una comunidad de bienes y la participación de una Agrupación Europea de Interés Económico (AEIE), vinculada a una sociedad británica que, a su vez, estaba controlada por sociedades costarricenses. Este entramado fue utilizado por Nummaria para facilitar el fraude a varios de sus clientes.
Finalmente, Herranz ha enfatizado que todas las operaciones llevadas a cabo por el despacho, como el cruce de facturas o el uso de modelos fiscales específicos, no eran “neutrales” sino acciones claramente destinadas a defraudar a Hacienda.