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El ejercicio físico funciona como un potente estímulo para el aprendizaje y la memoria cerebral

Ejercicio

Un proyecto de investigación cuenta con la participación de 67 sujetos de prueba, todos hombres jóvenes de entre 18 y 35 años

El ejercicio activo y elevar el ritmo cardíaco tiene el asombroso efecto secundario de mejorar la capacidad de aprender y recordar lo aprendido, al aumentar la capacidad del cerebro para retener información, según un nuevo estudio científico.

Los investigadores del estudio, pertenecientes al Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), aseguran que este efecto también se aplica a la formación de la memoria motora, que permite recordar y realizar tareas como montar en bicicleta, conducir un automóvil y atarse los zapatos.

Violinistas, cirujanos y jugadores pueden beneficiarse del ejercicio físico tanto antes como después de practicar nuevas habilidades. Sin embargo, no solo ellos; cualquier persona que busque mejorar sus habilidades puede hacerlo de manera sencilla, practicando deporte antes y después del aprendizaje.

“Nuestros resultados demuestran que existe un efecto claro en todos los ámbitos. Si se hace ejercicio antes de aprender una habilidad, se mejorará y recordará mejor lo aprendido. Lo mismo se aplica si se hace ejercicio después de aprender. Pero nuestra investigación muestra que el mayor efecto se logra si se hace ejercicio antes y después”, señala el doctorado Lasse Jespersen, primer autor del estudio.

El ejercicio antes y después del aprendizaje potencia la memoria y habilidades motoras

Los investigadores observaron aproximadamente un 10% de mejora en la capacidad de las personas para recordar habilidades motoras aprendidas cuando se incluye ejercicio antes o después del aprendizaje. Este efecto puede potenciarse realizando ejercicio en ambos momentos.

“Las cosas no pueden salir mal si se incorpora un poco de ejercicio físico. La persona experimentará efectos beneficiosos. Probablemente esto se deba a que la actividad física aumenta la capacidad del cerebro para cambiar, lo cual es un requisito previo para recordar”, explica el coautor Jesper Lundbye, que dirige la sección de Movimiento y Neurociencia del departamento.

El efecto se aplica a todos, incluidos niños, adolescentes y adultos mayores, pero en particular a aquellos que necesitan aprender nuevas habilidades con regularidad. Además, los efectos pueden ser significativos para las personas que se someten a rehabilitación con el objetivo de recuperar la movilidad y las habilidades motoras perdidas.

El proyecto de investigación contó con la participación de 67 sujetos de prueba, todos hombres jóvenes de entre 18 y 35 años sin discapacidades físicas o mentales que pudieran limitar su capacidad de aprendizaje y rendimiento físico.

Los resultados mostraron que la combinación de ejercicio antes y después del aprendizaje tenía un impacto positivo más pronunciado en la habilidad y la memoria después de siete días de evaluación, sugiriendo que la práctica de actividad física puede ser clave para maximizar el rendimiento cognitivo.

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