El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha alertado de un aumento de los casos de difteria entre los inmigrantes en Europa. Si bien ha informado de que el riesgo de contagio entre la población general es “muy bajo”.
Hasta el 26 de septiembre de 2022 se han notificado 92 casos de difteria entre inmigrantes, incluido uno mortal, en Austria, Alemania, Reino Unido, Noruega, Bélgica, Francia y Suiza. Todos los casos son varones, principalmente de Asia y África, y la mayoría de ellos han sido diagnosticados en centros de recepción de inmigrantes.
Dada la alta cobertura estimada de inmunización contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP) en los países de la Unión Europea, la probabilidad de que los individuos residentes en la comunidad desarrollen la enfermedad es muy baja.
No obstante, se pueden dar infecciones secundarias y la difteria clínica grave puede manifestarse en personas no vacunadas o inmunodeprimidas. En cuanto a las personas que residen, trabajan o se ofrecen como voluntarias en los centros de inmigrantes, existe una probabilidad moderada de exposición a la bacteria de la difteria.
Las personas expuestas, no vacunadas o inmunodeprimidas podrían presentar un resultado grave después de una infección por difteria. Sin embargo, se considera que el impacto de la enfermedad para las personas con un calendario completo de vacunación contra la difteria es bajo.
Medidas frente a la propagación
Para mitigar la propagación de la enfermedad, el organismo ha solicitado a los países que implementen medidas de detección temprana, prevención y tratamiento. Para ello, deben verificar el estado de vacunación contra la difteria de los inmigrantes recién llegados y proporcionar refuerzos de vacunación contra la difteria, según sea necesario.
Además, es necesario aislar los casos confirmados o sospechosos de difteria respiratoria y aplicar precauciones de contacto para los casos confirmados o sospechosos de difteria cutánea. Asimismo, se debe brindar información e instrucciones a los médicos, profesionales sanitarios de los centros para inmigrantes y a los viajeros que regresan de áreas endémicas para la rápida identificación y aislamiento de posibles casos, toma de muestras y pruebas.
Otras medidas pasan por asegurar que todo el personal que trabaja en los centros de acogida de inmigrantes tenga al día su cartilla de vacunación. Además, se debe identificar, probar y monitorear contactos cercanos; proporcionar profilaxis antibiótica y vacunación a los contactos cercanos; y preguntar sobre las rutas migratorias, los períodos de residencia en los campamentos de inmigrantes o los alojamientos superpoblados donde puede haber ocurrido la transmisión de la difteria.