Para aceptar la vida tal cual es, se precisa un porcentaje preciso de locura que exilie el pensamiento a las lunas de enfrente y busque, en el rescoldo de los sueños
Uno de los más sabrosos relatos de Gómez de la Serna, inventados o históricos (aunque muchas veces la historia no sea otra cosa que una mentira encuadernada)
Los libros duermen su sueño dulce en las estanterías, aunque de vez en cuando abren un ojo y guiñan desde su soledad reclamando miradas. Ayer me conmovió uno de don Gregorio Marañón sobre Luis Vives y, dentro, una cita del casi olvidado
Los que mantienen el capricho de leerme cada día, saben que no es mi estilo poner el nombre de nadie en los candiles, salvo que sean históricos o imprescindiblemente necesarios. Suelo situarlos en su oficio o en lo que yo entiendo como
Un amigo francés me relataba hace unos días, con algo de exageración que, desde la pérdida de Waterloo, Francia no levanta cabeza. Puede parecer un disparate ideológico, pero el vecino país lleva años mirándose en la ‘grandeur’, a la par que las