Hoy: 12 de mayo de 2024
El CandilPágina 24
Gracias a los abejares que su padre le dejó en herencia en la majestuosa finca que poseía, Virgilio pudo vivir con desahogo y acrecentar su vocación de campesino y de sabio. De este modo, pudo escribir serenamente las Églogas que reflejan una
Se suceden las ruinas también en los jardines. La belleza de los sitios nunca permanece, se traslada buscando sin querer la decadencia. Por más que los afeites devuelvan un tiempo a la boca unos labios esponjosos, las cicatrices de la mentira quedan
Reconozco que siento debilidad por la presidenta del Congreso de los Diputados. Cuando supe que el presidente del Gobierno la había propuesto para el cargo, me dije: ¡otro acierto más!, y ese día fui de nuevo a Juan Ramón Jiménez para sorprenderle
Los diversos enfoques de luz que se dan en nuestra geografía, han hecho que el mosaico de España sea una realidad de sangres a desiguales temperaturas. En alguna parte he escrito que soy persona de distintas maneras de pensar y un solo
El turismo es en España una locura de barcos y de bares, de trasiegos y músicas nocturnas, de abusos también en precios de cenas mal servidas
Sé por experiencia que con los ojos cerrados se llega antes al sitio donde la luz se esconde, como una hermosura que espera ser encontrada. “A mi hermano le gustaban los árboles, la vida familiar, la primavera”… lloraba un joven ante la
La primera vez que hablé con Isabel García Lorca en la cafetería del Hotel Castelar de Buenos Aires, le pedí que me prologara el libro que había escrito sobre su hermano. Con granadina educación me rogó que la disculpara porque se había
Me llamó la atención, a sus años, verla sentada en aquel banco de piedra leyendo un libro. El hatillo de ropa a su lado la mostraba como mujer desamparada y lúcida. Me acerqué para preguntarle qué libro leía: -Acabo de encontrarlo, casi
Conocida y respetada obra de Kundera que pone de manifiesto las dudas existenciales de un médico que no sabe cómo actuar, porque rechaza y tiembla ante la trascendencia de su propia vida. Su mujer y sus amantes, su continua infidelidad a sí
En su extrema discapacidad, Lenin preguntaba a los leales que le quedaban junto a su silla de ruedas, si consideraban que había perdido el juicio para gobernar… hacía tiempo que gobernaban otros amparados en su sombra. Más bien tenía que haberse preguntado
