Hoy: 23 de noviembre de 2024
Un equipo de científicos en el Anschutz Medical Campus de la Universidad de Colorado (EE. UU.) ha realizado un hallazgo que revoluciona la comprensión de los mecanismos relacionados con la memoria y el aprendizaje. Este descubrimiento podría tener importantes implicaciones para el tratamiento del Alzheimer y, posiblemente, del síndrome de Down, tal como se informa en la revista ‘Nature’.
Durante más de tres décadas, se consideró que la LTP (potenciación a largo plazo), esencial para el aprendizaje y la memoria, dependía de la acción enzimática de una enzima denominada CaMKII.
Sin embargo, el Dr. Ulli Bayer, profesor de farmacología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, lideró un equipo de investigadores que descubrió que la LTP se basa en funciones estructurales en lugar de enzimáticas de la CaMKII.
Este hallazgo tiene un alto significado, ya que sugiere la posibilidad de desarrollar inhibidores dirigidos exclusivamente a la actividad enzimática de la CaMKII, sin afectar las funciones estructurales esenciales para la memoria y el aprendizaje.
Investigaciones previas realizadas en el laboratorio de Bayer habían demostrado que al inhibir la actividad enzimática de la CaMKII, se protegía contra algunos efectos perjudiciales de las placas de beta-amiloide en el cerebro, una característica distintiva del Alzheimer.
Los científicos identificaron un grupo de inhibidores que ofrecían protección contra los efectos de la beta-amiloide sin alterar la LTP, lo que podría resultar beneficioso en el tratamiento de diversas enfermedades cerebrales sin efectos secundarios debilitantes.
Según Bayer, este descubrimiento podría permitir el uso crónico de una clase específica de inhibidores de la actividad CaMKII para tratar enfermedades cerebrales, incluido el Alzheimer, lo cual representa un enfoque novedoso ya que anteriormente se creía que cualquier inhibidor de la actividad CaMKII bloquearía la plasticidad sináptica esencial para el aprendizaje y la memoria, lo que impediría su uso a largo plazo.
Bayer destaca que, si estos inhibidores resultan efectivos en seres humanos, podrían complementar las estrategias actuales de tratamiento del Alzheimer y ofrecer beneficios adicionales al abordar los efectos secundarios de la beta-amiloide. Aunque no se considera una cura, este enfoque tiene el potencial de aliviar de manera significativa algunos de los síntomas más devastadores relacionados con la pérdida de memoria y el aprendizaje. El laboratorio Bayer actualmente está evaluando si su innovador trabajo puede aplicarse en terapias para humanos.