El abogado de Francisco Rivera denuncia el comportamiento de Isabel Pantoja: «La maldad no prescribe»

Las fuertes declaraciones de Joaquín Moeckel revelan la persistente controversia en torno a la herencia de Paquirri

La reciente entrevista de Francisco Rivera en ¡De Viernes! ha puesto de nuevo bajo los reflectores las difíciles experiencias que marcaron su vida. El abordaje incluyó temas como las adicciones de su madre, su separación de Eugenia Martínez de Irujo, y su relación con sus hermanos Cayetano, Kiko Rivera y Julián Contreras.

Rivera sostiene que el trato de Isabel Pantoja hacia los hijos de Paquirri tras el fallecimiento del torero fue, cuanto menos, cuestionable. Afirma que la tonadillera actuó de manera «inhumana» al negarse a entregarles los trajes de toreo y enseres personales que su padre les dejó en herencia hace 39 años.

Hace tres años, cuando Kiko confesó en La herencia envenenada la ubicación de los objetos en Cantora, los hijos de Paquirri y Carmen Ordóñez consideraron demandar a Isabel Pantoja para recuperarlos. Sin embargo, optaron por no hacerlo para evitar poner a Kiko en una situación comprometedora.

La voz del abogado

Según informa Europa Press, Joaquín Moeckel, abogado y confidente de Francisco Rivera, no dudó en calificar a Isabel Pantoja como una «mala persona». Moeckel detalla la situación legal de la herencia, al destacar la omisión de Pantoja a los requerimientos notariales.

Moeckel explica que el testamento de Paquirri asignaba claramente ciertos enseres a sus hijos, que carecen de valor económico, pero tienen un gran significado sentimental. Ante la resistencia de Pantoja, el abogado rechaza la idea de llevar a un hijo a los tribunales contra su madre.

Ante la declaración de Francisco sobre la desaparición de un fundón de estoques, Moeckel cuestiona la veracidad de la situación, llamándola «el arte pitifláutico de la aparición de los bienes robados».

La maldad que no prescribe

Moeckel destaca que, aunque el tiempo pueda hacer que ciertos derechos prescriban, la maldad nunca lo hace. Insiste en que confiar en personas de malas intenciones es arriesgado, ya que no cambian.