Hoy: 29 de noviembre de 2024
La Policía del estado de Illinois publica un vídeo donde uno de sus agentes mató a tiros a una mujer afroamericana dentro de su propia casa tras llamar a los servicios de emergencias por la posibilidad de un “intruso” en los alrededores.
El vídeo ha sido publicado en el marco del juicio iniciado contra el agente identificado como Sean Grayson, que ha sido imputado por el cargo de asesinato, según ha informado la cadena de televisión CNN y recoge Europa Press.
Las imágenes muestran al agente imputado y a otro más conversando de forma tranquila en el interior de la vivienda con Sonya Massey, la víctima de 36 años, hasta que comienza una breve discusión en torno a una olla de agua hirviendo.
Cuando uno de los agentes expresó que se iba a alejar de su “agua hirviendo”, a lo que ella respondió que le “reprende en nombre de Jesús”, una afirmación que realiza en dos ocasiones. “Será mejor que no lo hagas o te juro por Dios que te pego un tiro en la puta cara”, reacciona el agente, tras lo que ella le pide perdón mientras levanta la olla, momento en el que el Policía le pide soltarlo.
Justo después se escuchan los tres disparos que acabaron con la vida de la mujer. El agente se justifica asegurando que le iba a arrojar agua hirviendo justo después de decir que le “reprendía en nombre de Jesús”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que la familia de Sonya “merece justicia”, y se ha mostrado con “el corazón roto” por su muerte.
“La familia de Sonya merece justicia. Tengo el corazón roto por sus hijos y por toda su familia, que se enfrentan a esta pérdida impensable y sin sentido. Jill y yo estamos de luto con el resto del país y nuestras oraciones están con la familia de Sonya, sus seres queridos y la comunidad en estos momentos devastadores”, ha expresado Biden, según un comunicado de la Casa Blanca.
En ese sentido, ha asegurado que la mujer “debería estar viva” y que esta acción recuerda que “los estadounidenses de raza negra temen por su seguridad de un modo que muchos” otros ciudadanos no hacen, recordando que todos los estadounidenses deben poder pedir ayuda sin temer por sus vidas.