Hoy: 9 de diciembre de 2024
Estados Unidos ha abatido al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, el también ideólogo del yihadismo internacional, en una operación aérea en Afganistán, según han avanzado los medios de comunicación americanos y posteriormente ha confirmado el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Al Zawahiri, de nacionalidad egipcia y de 71 años, falleció en un bombardeo que generó un dron en una operación comandada por la CIA la mañana del pasado domingo en una residencia de Kabul (capital de Afganistán), a las 6:18 hora local, cuando se encontraba en el balcón de la vivienda donde residía. De esta forma, el citado dron le disparó dos misiles modelo Hellfire.
“La operación ha sido un éxito”, ha asegurado Biden en un breve discurso desde el balcón de la Sala Azul de la Casa Blanca y televisada en directo al pueblo estadounidense. El presidente ha detallado que localizaron al líder yihadista a principios de este año cuando se mudó a Kabul “para estar cerca de miembros de su familia” y que dio luz verde para la misión que finalmente se ha llevado a efecto. “Se ha hecho justicia y el mundo ya no debe temer a este asesino despiadado”, ha sentenciado.
Según la Casa Blanca, solo el líder de Al Qaeda murió en la operación ya que no hubo ningún daño colateral. Ni siquiera los miembros de su familia que estaban con él, algo en lo que, según ha aseverado Biden, había insistido en varias ocasiones y que había puesto como una de las condiciones de posibilidad para proceder con el ataque.
La autorización de Biden se dio con carácter previo al ataque, el lunes 25 de julio, tras varias semanas de reuniones con su cúpula militar y de inteligencia. Los servicios secretos estadounidenses llevaba meses ratificando a través varias fuentes y distintos métodos que efectivamente se trataba de Ayman al Zawahiri. Sus esfuerzos se centraron en confirmar si residía en esa casa, de la que nunca salía y únicamente quedaba expuesto cuando se encontraba en el balcón.
Al Zawahiri sustituyó a Osama Bin Laden al frente de la organización terrorista Al Qaeda después de que, también EE UU se encargara de matarlo en 2011 en una operación en Pakistán. Ya se le consideraba como uno de los terroristas más buscados por haber sido el supervisor junto a Bin Laden de los ataques del 11-S -11 de septiembre de 2001- contra el gigante americano.
Alguna de las pocas instantáneas que se tienen de él antes de su fallecimiento procede un vídeo difundido por Al Qaeda con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11-S en EE UU. En ese vídeo, denominado “Jerusalén nunca será judaizado”, se veía al yihadista vestido con una túnica y larga barba blanca haciendo un discurso de más de una hora sobre una amplia diversidad de temas, particularmente de la causa palestina. Con este grabación propagandística el grupo terrorista trató de desmentir los rumores sobre el mal estado de salud de su líder e incluso de su muerte.
Tras el 11-S, donde se atacó a las Torres Gemelas y al Pentágono con varios aviones comerciales secuestrados, la Interpol ordenó su busca y captura, acusándole de acciones terroristas en Egipto y de ser “una de las cabezas de Al Qaeda”. De esta forma, el FBI lo introdujo en su lista de más buscados aparejado de una recompensa de 25 millones de dólares por información que llevara a su arresto.
Desde ese momento, se ha visto obligado a vivir escondido. Según algunas informaciones, supuestamente habría residido en alguna zona entre Afganistán y Pakistán. Asimismo, ha aparecido en vídeos y grabaciones publicadas por páginas islamistas hablando de la actualidad y recordando su compromiso en la batalla contra los que consideran enemigos del Islam, los que la yihad denomina “infieles”.
Tras la muerte del terrorista saudí Bin Laden, fundador de Al Qaeda, Al Zawahiri le reemplazó al frente de la organización. Ello derivó en una desorganización y una pérdida del poder central: se formaron muchas ramas pero sin un liderazgo nuclear y claro. Ello se debió a las sucesivas pérdidas de sus comandantes y la presunta mala salud del egipcio.
Durante sus años en los que ha encabezado Al Qaeda, Al Zawahiri ha visto cómo el grupo terrorista se ha ido alejando cada vez más de sus objetivos debido a que, entre otros asuntos, surgió una escisión: ISIS. Llegó a superar su implantación e incluso llegó a imponer un Estado paralelo a partir de 2014 -en términos más precisos un protoestado pero sin legitimidad democrática- que abarcaba el territorio de Siria e Irak. El autodenominado Estado Islámico (EI), ya extinto, desapareció en 2017.